En Marruecos, dos personas murieron cuando la policía abrió fuego el miércoles contra una multitud de manifestantes antigubernamentales que protestaban en una pequeña ciudad del sur del país. La mortífera represión se produjo al tiempo que grupos de manifestantes salieron por quinta noche consecutiva a las calles de al menos once ciudades para exigir mejores escuelas, atención sanitaria y oportunidades laborales. Asimismo, los manifestantes están criticando los miles de millones de dólares que el Gobierno marroquí está invirtiendo en infraestructura vinculada a la Copa Mundial de Fútbol de 2030, de la cual Marruecos es coanfitrión. Estas fueron las palabras expresadas por un manifestante que habló el domingo brevemente con la prensa en Rabat.
Manifestante: “Queremos que la situación de este país mejore y que las personas sean tratadas como seres humanos y no como está sucediendo ahora, con un país que no prioriza las necesidades del ciudadano de a pie. Siempre nos preguntan lo mismo: ¿cuáles son sus exigencias? Todos ustedes conocen nuestras exigencias. Todos tenemos las mismas exigencias, el mismo objetivo: una vida digna”.
Mientras el manifestante hablaba, la policía avanzó y se llevó a rastras a varias personas que participaban de la protesta. Hasta el momento, al menos 400 personas han sido arrestadas en las protestas que la “generación Z” ha estado llevando a cabo en diferentes partes de Marruecos, que siguen el modelo de los levantamientos similares ocurridos en Kenia y Nepal, los que fueron organizados a través de redes sociales.