Donald Trump ha reiterado su propuesta de que Estados Unidos tome posesión de la Franja de Gaza. Al describir Gaza como un “gran sitio inmobiliario”, Trump sostuvo que sería un “gran error” permitir que los palestinos permanezcan allí. Esto ocurre al tiempo que el Departamento de Estado de Estados Unidos ha anunciado una nueva venta de armas a Israel por valor de 7.000 millones de dólares, que incluye miles de bombas y misiles.
El sábado, Israel y Hamás llevaron a cabo otro intercambio de rehenes y prisioneros. Hamás liberó a tres hombres israelíes que habían estado retenidos como rehenes desde el 7 de octubre de 2023. Funcionarios sanitarios israelíes afirmaron que los hombres liberados sufren “desnutrición grave”. Por su parte, Israel liberó a 183 palestinos, de los cuales al menos siete de ellos necesitaban atención hospitalaria de urgencia. Estas fueron las palabras expresadas por Alaa Al Agha, uno de los prisioneros palestinos liberados el sábado.
Alaa Al Agha: “Las condiciones eran muy malas: no teníamos comida, ni agua, ni medicamentos. Estuvimos en un centro de tortura durante 24 horas. Pasé 40 días esposado y con los ojos vendados, y no podía ir al baño ni a ningún otro lugar. No había comida. Entré en prisión con 100 kilos y salí con 58 kilos”.
En otras noticias sobre Gaza, las fuerzas armadas israelíes se han retirado del corredor Netzarim, la franja de tierra clave que divide el enclave palestino en dos.
Mientras tanto, una nueva investigación de los medios +972 Magazine y Local Call revela que militares israelíes lanzaron indiscriminadamente bombas antibúnker contra edificios residenciales en Gaza con el propósito de inundar túneles subterráneos con gases letales y provocar la asfixia de combatientes de Hamás. Sin embargo, +972 informa que decenas de estos ataques aéreos israelíes probablemente también causaron la muerte de algunos de los rehenes retenidos por Hamás o pusieron en peligro sus vidas.