El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos ha anunciado que eliminará 10.000 puestos de trabajo. Este departamento pasará de tener 82.000 puestos de trabajo a tener 62.000, por lo que perderá casi una cuarta parte de su plantilla, en parte debido a las jubilaciones anticipadas y los paquetes de separación voluntaria que miles de trabajadores han aceptado desde que Trump asumió la presidencia del país. El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., dijo que el plan de reestructuración también incluirá varias agencias del departamento. Dichos recortes desmantelarán agencias clave, incluidos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Administración de Alimentos y Medicamentos y los Institutos Nacionales de Salud, y harán retroceder décadas de avances en términos de salud pública. La senadora demócrata del estado de Washington Patty Murray dijo al respecto: “En medio del empeoramiento a nivel nacional de los brotes de gripe aviar y sarampión, sin mencionar la epidemia de fentanilo, Trump está destruyendo agencias de salud vitales con la precisión de un elefante en una cristalería”.
Esto ocurre al tiempo que un memorando que se filtró de la Casa Blanca revela que el Gobierno de Trump se está preparando para despedir entre el 8% y el 50% de los trabajadores de 22 agencias federales en virtud de la “primera fase” de recortes del Departamento de Eficiencia Gubernamental. El plan incluye despedir a la mitad del personal del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, al 30% del personal del Servicio de Impuestos Internos y al 8% del personal del Departamento de Justicia.