Funcionarios de salud y testigos en Gaza afirman que al menos 31 personas murieron y más de 170 resultaron heridas luego de que militares israelíes abrieran fuego el domingo contra una multitud que se dirigía a un centro de reparto de ayuda humanitaria controlado por Israel, ubicado cerca de Rafah. Israel ha negado cualquier responsabilidad por el incidente.
Estas fueron las palabras expresadas por una mujer palestina llamada Asmaa Abu Salah, desde la sala donde se encuentra hospitalizado su cuñado, quien recibió un disparo mientras se dirigía al centro de distribución de ayuda.
Asmaa Abu Salah: “Pueden ver su estado. Está entre la vida y la muerte. Fue a buscar comida y bebida para sus hijos. Sus hijos necesitan alimentos. Le dicen 'queremos comida, papá'. Esa es la palabra más difícil. Como pueden ver, así se encuentra ahora”.
El ataque se produjo un día después de que la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU calificara a Gaza como “el lugar más hambriento de la tierra” y acusara a Israel de estar “distribuyendo comida a cuentagotas en una zona al borde de una hambruna catastrófica”.