Naciones Unidas advirtió sobre una posible “espiral de caos” después de que Estados Unidos se uniera a la guerra de Israel contra Irán al atacar tres instalaciones nucleares iraníes. Los bombarderos furtivos B-2 estadounidenses lanzaron 14 bombas rompebúnkeres, cada una con un peso superior a 13.000 kilos. Se trata de las mayores bombas no nucleares lanzadas por Estados Unidos hasta la fecha. La Marina de Guerra estadounidense también empleó 30 misiles de crucero Tomahawk, que fueron lanzados desde submarinos. El presidente Donald Trump ordenó el ataque sin solicitar la aprobación del Congreso de Estados Unidos. El Gobierno de Trump informó previamente del ataque a algunos de los principales legisladores republicanos, pero no a los demócratas. El mandatario estadounidense pronunció un breve discurso a la nación el sábado por la noche.
Presidente Donald Trump: “Esta noche, puedo informar al mundo que los ataques fueron un éxito militar espectacular. Las principales instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán han sido total y completamente destruidas”.
Irán calificó el ataque estadounidense como una grave violación del derecho internacional y advirtió que tendrá “consecuencias duraderas”. El Gobierno iraní ha afirmado durante mucho tiempo que su programa nuclear está destinado exclusivamente a fines civiles. En marzo, la propia directora de Inteligencia Nacional del Gobierno de Trump, Tulsi Gabbard, dijo a los legisladores estadounidenses que las agencias de espionaje “siguen considerando que Irán no está construyendo un arma nuclear”. Sin embargo, Trump desestimó esos hallazgos y dijo el viernes que sus servicios de inteligencia estaban “equivocados”.
El domingo, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, criticó el momento en que se están llevando a cabo los ataques estadounidenses e israelíes.
Ministro de Relaciones Exteriores Abbas Araqchi: “Creo que es irrelevante pedirle a Irán que vuelva a la diplomacia porque estábamos en medio de negociaciones diplomáticas. Estábamos en medio de conversaciones con Estados Unidos cuando los israelíes las arruinaron”.
Araqchi se reunió este lunes en Moscú con el presidente ruso, Vladimir Putin. Tras el ataque estadounidense, funcionarios del Pentágono y el vicepresidente J.D. Vance negaron que Estados Unidos estuviera impulsando un cambio de régimen en Irán. No obstante, Trump escribió el domingo en redes sociales: “No es políticamente correcto usar el término 'cambio de régimen', pero si el actual régimen iraní es incapaz de hacer que Irán vuelva a ser grande, ¿por qué no podría haber un cambio de régimen? MIGA [Hagamos a Irán Grande de Nuevo]”.
En las Naciones Unidas, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que estaba muy alarmado por el ataque estadounidense.
António Guterres: “Hace dos días, en esta misma sala, hice un llamamiento directo: 'Denle una oportunidad a la paz'. Ese llamado no fue atendido. En cambio, el bombardeo de las instalaciones nucleares iraníes por parte de Estados Unidos constituye una escalada peligrosa en una región que ya se encuentra al límite. Desde el comienzo de la crisis, he condenado repetidas veces cualquier escalada militar en Medio Oriente. La gente de la región no puede soportar otro ciclo de destrucción”.
En la mañana del lunes, Israel atacó seis aeropuertos iraníes y algunos puntos de Teherán, entre ellos las puertas de la cárcel de Evin. La cadena Al Jazeera informó que grandes explosiones han sacudido la capital iraní. Según una estimación, los ataques israelíes han matado al menos a 950 personas y dejado heridas a unas 3.450 en los últimos once días. En respuesta, Irán ha lanzado este lunes drones y misiles contra Israel. Uno de los misiles impactó en una central eléctrica que dejó sin electricidad a miles de personas en el sur de Israel.
Mientras tanto, el Parlamento iraní votó el domingo a favor de cerrar el estrecho de Ormuz, una de las rutas marítimas más importantes del mundo.
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