El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha reconocido que su Gobierno ha estado armando a un grupo criminal en Gaza que ha sido acusado en repetidas ocasiones de saquear camiones de reparto de ayuda humanitaria. Esto se produce al tiempo que la nueva y opaca organización de ayuda humanitaria respaldada por Estados Unidos e Israel, la Fundación Humanitaria de Gaza, ha suspendido nuevamente las entregas de ayuda humanitaria, a pesar de que la condición de hambre extrema se está extendiendo por toda la Franja. El jueves, se distribuyó brevemente parte de la ayuda humanitaria. Los palestinos dijeron haber arriesgado sus vidas para recibir una pequeña parte de la ayuda alimentaria repartida.
Mujer palestina: “Nos estamos muriendo por dentro. Estamos muriendo. Estamos muriendo. No podemos más. Todo esto para conseguir comida para nuestros hijos e hijas. Conseguí esto, un poco de harina, un poco de lentejas y dos paquetes de pasta. Estamos muriendo. Nos hicieron venir en las horas de más calor y nos mataron. No podemos movernos. No podemos continuar”.
La ONU advierte que los casos de desnutrición aguda entre los menores de corta edad de Gaza se han disparado en los últimos meses, ya que más de 2.700 palestinos menores de cinco años han recibido este diagnóstico. Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud ha pedido que se detenga lo que denomina la “destrucción implacable y sistemática de los hospitales de Gaza”. Mientras tanto, un cuarto periodista murió tras el ataque israelí contra el hospital Bautista Al-Ahli. Con la muerte de Ahmed Qaljah, quien trabajaba para la cadena saudí Al Arabiya, ya son 226 los trabajadores de los medios que han muerto a manos de Israel en Gaza desde 2023.