El Gobierno militar de Sudán afirma haber repelido un ataque del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido en la ciudad de El Fasher, el último bastión del Ejército sudanés en la región de Darfur. Cientos de miles de civiles, atrapados en medio de los combates, enfrentan una cada vez más grave escasez de alimentos y un constante fuego de artillería y drones. Quienes consiguen escapar de la violencia se ven obligados a vivir en campamentos precarios, donde el cólera y otras enfermedades se propagan y donde muchos enfrentan condiciones de hambre extrema. Estas fueron las palabras expresadas por Enaam Abdallah Mohammed, una joven de 19 años que huyó de la violencia en el campamento de refugiados de Zamzam, en Sudán, antes de ser atacada por las Fuerzas de Apoyo Rápido en una aldea cercana a El Fasher.
Enaam Abdallah Mohammed: “Si encuentran a alguien con un teléfono móvil, se lo quitan. Si tienes dinero, te lo quitan. Si tienes un burro bueno y fuerte, o algo similar, te lo quitan. Matan a la gente. Mataron gente delante de nosotros. Se llevaron a niñas delante de nosotros y las violaron”.
El Programa Mundial de Alimentos advierte que partes de Sudán están enfrentando condiciones prolongadas de hambruna, con casi 25 millones de personas en riesgo de padecer hambre extrema.