En los territorios ocupados de Cisjordania, Israel ordenó demoler las viviendas de los dos palestinos armados que abrieron fuego contra una parada de autobús en Jerusalén, donde mataron a seis personas. Asimismo, Israel anunció que revocará los permisos de trabajo de cientos de residentes de las localidades donde vivían los hombres. El ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben-Gvir, dijo que, tras el ataque, más israelíes podrían recibir licencias para portar armas.
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