En la ciudad texana de Dallas, un inmigrante detenido en una oficina local del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos murió el miércoles, después de que un hombre armado abriera fuego desde el techo de un edificio cercano. Otros dos detenidos resultaron gravemente heridos en el ataque del francotirador. Los investigadores dicen que el atacante murió de un disparo autoinfligido.
Tras el ataque, el director del FBI, Kash Patel, publicó en redes sociales una imagen de municiones sin usar que, según Patel, pertenecían al atacante. Uno de los casquillos tenía la frase “Anti ICE” escrita con tinta azul. ICE es la sigla en inglés del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. El vicepresidente J.D. Vance dijo, sin ofrecer pruebas, que el ataque fue llevado a cabo por un “violento extremista de izquierda”, mientras que el presidente Trump publicó en redes sociales: “Esta violencia es el resultado de la constante demonización de las fuerzas del orden por parte de los demócratas de la izquierda radical”.
El atacante fue identificado como Joshua Jahn, un hombre de 29 años que había residido en el norte de Texas y en Oklahoma. Personas que conocían a Jahn lo describieron al periodista Ken Klippenstein como alguien con una vaga inclinación libertaria que despreciaba tanto a los partidos mayoritarios como a los políticos en general. Jahn era fanático de los videojuegos de disparos en primera persona y del foro de mensajes de Internet 4chan y, en una ocasión, plagó las secciones de comentarios de las redes sociales de sus amigos con chistes sobre violaciones. Estas fueron las palabras expresadas por Sherri Gates, quien era vecina del sospechoso.
Sherri Gates: “Sí, es realmente increíble. Conocemos a mucha gente en este vecindario, pero yo no lo conocía a él. Y me sorprende que nuestro país haya llegado al punto en el que ni siquiera podemos hablar, ni siquiera podemos compartir nuestras opiniones e ideas sin correr el riesgo de que nos disparen o pase algo por el estilo”.