Agentes federales armados y con equipo táctico patrullaron el domingo la zona céntrica de la ciudad de Chicago, al tiempo que el Gobierno de Trump intensifica las medidas represivas contra la comunidad inmigrante de la ciudad tras varios días de protestas frente a una cárcel del Servicio de Inmigración de Estados Unidos situada en la localidad de Broadview, estado de Illinois. El sábado, agentes dispararon balas de gas pimienta contra los manifestantes y once personas fueron arrestadas, entre las que se encontraba un periodista. En un comunicado, funcionarios de Broadview instaron al Servicio de Inmigración a “dejar de hacerle la guerra” a su comunidad.
Mientras tanto, en México, se celebró el viernes un homenaje a Silverio Villegas González, un padre de dos hijos que fue mortalmente baleado por agentes del Servicio de Inmigración en Chicago a principios de este mes.
Blanca Ávila: “Exigimos justicia para nuestro compañero y vecino Silverio, para él y para su familia, más que nada para sus hijos que quedaron solos”.