El Presidente Bush le solicitó al Congreso que duplique los fondos aportados por Estados Unidos para la lucha global contra el SIDA, lo que elevaría el gasto a treinta mil millones de dólares en cinco años. El Presidente habló el miércoles desde la Casa Blanca.
- El Presidente Bush dijo: “Este dinero será gastado en forma prudente mediante el establecimiento de acuerdos de asociaciones con países anfitriones. Estos acuerdos deberían asegurar que Estados Unidos financie programas de apoyo que tengan el mayor impacto posible y que sean sustentables para el futuro. Estados Unidos trabajará con gobiernos, con el sector privado, y con organizaciones de fe y comunitarias en todo el mundo para cumplir con metas significativas: para financiar el tratamiento de casi 2,5 millones de personas, para evitar que más de doce millones sean infectadas, y para financiar al asistencia para doce millones de personas, entre las que se encuentran más de cinco millones de niños huérfanos y vulnerables”.
Mientras que el pedido fue elogiado, algunos grupos de lucha contra el SIDA criticaron a Estados Unidos por no gastar suficiente dinero, y por mantener un énfasis equivocado sobre la educación en la abstinencia. El Grupo de Acceso Mundial a la Salud dice que Estados Unidos necesitaría gastar al menos cincuenta mil millones de dólares para cumplir con su promesa de acceso universal al tratamiento de víctimas de VIH. El gobierno también extiende su controvertida exigencia de que un tercio del gasto de prevención de VIH sea destinado a promover la abstinencia antes del matrimonio. Jodi Jacobson, del Centro para la Salud y la Igualdad de Género, dijo: “Ninguna suma de dinero compensará las políticas de prevención motivadas ideológicamente promovidas actualmente por [Estados Unidos]”.