En Pensilvania, un ex prisionero condenado a muerte que fue liberado por una prueba de ADN después de pasar 22 años en prisión llegó a un acuerdo multimillonario con el gobierno estadounidense. Nicholas Yarris erróneamente fue declarado culpable de violación y homicidio en Pensilvania, en 1982. La condena fue anulada en septiembre de 2004 cuando pruebas de ADN que no estaban disponibles en la década del 80 demostraron que el material genético encontrado bajo las uñas de la víctima, en su ropa interior y en un par de guantes que posiblemente fue utilizado por el asesino, no coincidía con el suyo. Yarris es el primer recluso condenado a muerte en Pensilvania en ser absuelto por pruebas de ADN.
Prisionero absuelto logra acuerdo multimillonario con el gobierno
Titular11 Ene. 2008