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Por Amy Goodman
La sorpresiva victoria de Hillary Clinton en New Hampshire garantiza una más larga y competitiva temporada de elecciones primarias demócratas. Esto significa dinero contante y sonante para las cadenas de televisión, a medida que avanza esta campaña presidencial, la primera en la que se gastan miles de millones de doláres.
Mientras que la democracia más antigua del mundo, Estados Unidos, gasta billones de dólares para llevar, según afirma, la democracia a Afganistán e Irak (a punta de pistola), ¿qué es lo que pasa con la democracia en nuestro propio país? Estamos ante un proceso electoral manejado por los principales donantes, que desparraman enormes sumas de dinero en los bolsillos de las emisoras de televisión, las cuales mantienen rehén al proceso electoral mediante su control de las ondas públicas. Las mismas emisoras excluyen de forma arbitraria de sus llamados “debates” a candidatos válidos, erigiéndose así en los coronadores del rey.
Según TNS Media Intelligence/CMAG, un grupo que realiza un seguimiento de la publicidad política electoral, el gasto conjunto de los candidatos presidenciales en Iowa superó los 50 millones de dólares.
En 2004, el gasto total fue de cerca de 9 millones de dólares. El citado grupo informó que el gasto por todos los anuncios políticos y de campaña de todas las disputas electorales (presidenciales o no) de 2007 en EE.UU. alcanzó los 715 millones de dólares. WMUR, el único canal comercial de televisión que cubre todo el estado de New Hampshire amasó millones de dólares en concepto de publicidad electoral en esta temporada de elecciones internas. La sede de WMUR es apodada “La Casa que Forbes Construyó”, desde que Steve Forbes gastó una enorme cantidad de dinero en publicidad en su candidatura a la presidencia en 1996.
Con la nueva agenda de elecciones primarias concentradas a comienzos de año, con más y más estados acercando las fechas de sus elecciones primarias a las que se realizaron en Iowa y New Hampshire, que fueron las primeras a nivel nacional, la necesidad de dinero es extrema. El 5 de Febrero, conocido como “Súper martes”, será día de elecciones primarias en más de 20 estados, incluyendo gigantescos “mercados” mediáticos como New York, Illinois y California. Barack Obama, Clinton y John Edwards tendrán que seguir recaudando enormes sumas de dinero, tan sólo para entregar la mayor parte de éstas a las emisoras, quienes, gracias a su control de las ondas públicas, son las que posibilitan el acceso al electorado.
Una forma en que Fox News/News Corp. trató recientemente de influir en el proceso consistió en excluir a Ron Paul de un foro de candidatos republicanos en New Hampshire, dos días antes de las elecciones primarias de ese estado, las primeras del país. Paul fue el más exitoso recaudador de fondos entre los candidatos republicanos en el cuarto trimestre de 2007; venció decididamente a Rudolf Giuliani en el caucus de Iowa, con un 10 por ciento de los votos frente al 4 por ciento de Giuliani. Fox excluyó a Paul del debate, mientras que Giuliani fue invitado a participar. El partido Republicano de New Hampshire retiró su apoyo al debate de Fox. El presidente del partido, Fergus Cullen, declaró: “Las primeras elecciones primarias del país, las de New Hampshire, sirven al propósito nacional de proporcionar a todos los candidatos las mismas oportunidades en un terreno neutral. Candidatos menos conocidos y con menos fondos tienen la oportunidad de luchar para establecerse como figuras nacionales. Creemos que todos los principales candidatos reconocidos deberían tener las mismas oportunidades de participar en los debates y foros previos a las elecciones primarias”.
Paul apareció en el programa de la NBC “Tonight Show With Jay Leno” (que ha vuelto a producirse a pesar de la continuada huelga del Sindicato de Guionistas de EE.UU., que está manteniendo a los candidatos demócratas lejos de los programas de entrevistas de las cadenas nacionales, que están actuando como rompehuelgas). Leno le preguntó cómo respondía al hecho de que Fox lo haya excluido: “Comprendí que realmente tenían cierta capacidad de decisión en función de los derechos de propiedad en este caso, y no iba a colarme en la fiesta. Y pensé: ‘Bueno, quizás debería demandarlos’. He decidido por qué motivo demandarlos, y es por fraude, debido al concepto de noticias justas y equilibradas que pregonan”.
Mientras los demanda por su fraudulenta afirmación de que son “Justos y Equilibrados” (un lema absurdo para Fox), Paul ignora lo esencial del asunto: las ondas públicas no son propiedad privada de Fox. Rupert Murdoch y su empresa, News Corp., obtienen ganancias del usufructo de las ondas públicas, lo que conlleva la responsabilidad de servir al interés público. Si el propio proceso electoral, los engranajes de la democracia, no merecen calificarse de interés público, ¿qué lo merece entonces?
ABC News realizó la misma maniobra contra Dennis Kucinich, prohibiéndole participar en el debate organizado por la cadena la noche del sábado. Kucinich presentó una queja de emergencia ante la Comisión Federal de Comunicaciones, declarando lo siguiente: “ABC no debería ser la primer elección primaria”. Kucinich hizo notar que “ABC es una empresa íntegramente propiedad de Walt Disney Company, cuyos ejecutivos han contribuido profusamente a … los senadores Hillary Clinton y Barack Obama, al ex senador John Edwards y al gobernador Bill Richardson”. ABC limitó el debate a los cuatro candidatos mencionados al exigir que los que participaran del debate hubieran obtenido al menos el cuarto lugar en el caucus de Iowa. Pero la campaña de Kucinich afirmó que “habían decidido no gastar recursos en los caucus de Iowa, prefiriendo focalizar sus energías en New Hampshire; de esta manera, quedaron fuera del debate.” Los puntos esenciales del programa de Kucinich, salir de Irak y promover un sistema público de cobertura médica, fueron virtualmente ignorados en New Hampshire.
La mayor parte del dinero que los candidatos se ven obligados a recaudar se destina a anuncios de televisión. Todos ellos aspiran a ser el máximo servidor público del país. Las emisoras deberían proporcionar el tiempo de aire como un servicio público gratuito. Las ondas de radio pertenecen al público; son un tesoro nacional. Deberían usarse para enriquecer nuestro proceso electoral. En lugar de esto, están siendo explotadas por emisoras de televisión altamente rentables, obligando así a los candidatos a depender de poderosos intereses económicos. Este círculo vicioso debe romperse.
Amy Goodman es la presentadora de Democracy Now! (www.democracynow.org/es), noticiero internacional diario emitido por más de 650 emisoras de radio y TV en Estados Unidos y el mundo.
© 2007 Amy Goodman
En Inglés: http://www.truthdig.com/report/item/20080109_the_broadcasters_billion_dollar_payday/
traducido por: Ángel Domínguez y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org