A pesar de la promesa de cortar vínculos militares con el régimen golpista, EE.UU. sigue entrenando soldados hondureños en la Escuela de las Américas

Original en Español23 de julio de 2009
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    21 de Julio, 2009


    Mientras que la Unión Europea ya ha interrumpido el envío de ayuda al régimen de facto de Honduras, Estados Unidos continúa con su envío de partidas económicas y, a pesar de que aseguró haber cortado las relaciones militares, el National Catholic Reporter revela que oficiales del ejército hondureño siguen recibiendo entrenamiento en la tristemente célebre Escuela de las Américas en Fort Benning, Georgia. 
     
    AMY GOODMAN: Pasamos ahora a Honduras, donde el régimen golpista está desafiando la presión internacional para restituir en su cargo al derrocado Presidente Manuel Zelaya. El lunes, la Unión Europea anunció la suspensión de más de 92 millones de dólares en ayudas. La decisión llegó un día después de que el régimen rechazara una propuesta para el regreso de Zelaya, pero con nuevos límites a su autoridad y bajo un gobierno de unidad nacional, con poder compatido. Además, las elecciones presidenciales se adelantarían a octubre. Zelaya aceptó la totalidad del plan, que fue propuesto por el mediador Oscar Arias, el Presidente de Costa Rica, pero el gobierno de facto dijo que no aceptará la restitución de Zelaya bajo ningún concepto. Tras la ruptura de las conversaciones, Arias advirtió que Honduras está al borde de “una guerra civil y un  derramamiento de sangre.”
     
    Zelaya ha prometido volver con o sin un acuerdo. En Honduras, sus partidarios continúan con sus protestas diarias, al tiempo que se prepararan para una huelga nacional de dos días, que comenzará el jueves. El lunes, cientos de personas se manifestaron cerca del Congreso de Honduras.
     
    EDGARDO VALERIANO: El va a venir en el momento en que las circunstancias lo requieran. Como él lo dijo, posiblemente en esta semana. Se está dando un compás de espera para que la mediación del Presidente Arias logre cuajar efecto, que la oligarquía retroceda y que la presión diplomática de Estados Unidos y de otros países civilizados los haga reflexionar de que la vía de los golpes de Estado ha caído.
     
    AMY GOODMAN: El gobierno de Obama también ha puesto nuevas presiones sobre el gobierno de facto. El lunes, la Secretaria de Estado Hillary Clinton llamó por teléfono a Roberto Micheletti, el presidente de facto de Honduras, y le advirtió de “consecuencias a largo plazo” si las conversaciones en curso fracasan. Fue el contacto de más alto nivel que mantuvo el gobienro de Obama con el régimen golpista hasta la fecha. Hasta el momento, Estados Unidos ha suspendido el envío de 18 millones de dólares en ayuda, pero podría retener otros $ 180 millones.
     
    Aunque Estados Unidos parece estar aumentando la presión diplomática sobre Honduras, se plantean preguntas acerca de su promesa de cortar la cooperación militar. El National Catholic Reporter ha revelado que al menos dos oficiales del ejército hondureño siguen recibiendo entrenamiento militar en los Estados Unidos. Los agentes que están actualmente matriculados en el Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad (WHINSEC, por sus siglas en inglés), antes conocido como la Escuela de las Américas, en Fort Benning, Georgia. Esta escuela tiene un largo historial de formación de oficiales militares de América Latina implicados en violaciones a los derechos humanos. Seis oficiales del ejército hondureño vinculado al golpe recibieron entrenamiento en Fort Benning, incluido el líder del golpe militar, el General Romeo Orlando Vásquez Velásquez.
     
    Para más información, me acompañan tres invitados. James Hodge y Linda Cooper son quienes publicaron en el National Catholic Reporter  la noticia sobre la continuidad de la cooperación en entrenamiento militar; también son coautores del libro Disturbing the Peace: The Story of Father Roy Bourgeois and the Movement to Close the School of the Americas (Alterarndo el orden público: la historia del Padre Roy Bourgeois y el movimiento para cerrar la Escuela de las Américas). James Hodge y Linda Cooper se únen a nosotros desde Columbus, Ohio. Y aquí en nuestro estudio tenemos a Nikolas Kozloff, periodista y autor del libro Revolution!: South America and the Rise of the New Left (¡Revolución!: Sudamérica y el surgimiento de la nueva izquierda). Kozloff ha escrito extensamente sobre el golpe de Honduras.
     
    Empecemos con nuestros invitados en Columbus. Me gustaría comenzar con Linda Cooper. Cuéntanos quiénes son los militares hondureños que el ejército estadounidense está formando actualmente y también que ha formado en el pasado.
     
    LINDA COOPER: El ejército de Estados Unidos ha entrenado, como usted dijo, al general Romeo Vásquez Velásquez, que era el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y fue instigador del golpe; el general que está a cargo de la Fuerza Aérea, que facilitó el exilio de Zelaya a Costa Rica; el General Willy Nelson Mejía, nombrado Ministro de la Inmigración, es un graduado y un ex instructor de la Escuela y estuvo involucrado también en las operaciones del Batallón 3-16, un famoso escuadrón de la muerte; el General Herberth Inestroza, el principal asesor jurídico del ejército, que ha admitido que cuando Zelaya fue obligado a exiliarse, se cometió un crimen, aunque él considera que estaba justificado; el Teniente Coronel Ramiro Archaga, que es el Director de Relaciones Públicas del ejército y quién negó que el ejército estuviera reprimiendo a los manifestantes; el Coronel Jorge Rodas Gamero, que se graduó dos veces y es el Ministro de Seguridad. Junto con-

    AMY GOODMAN: Déjame hablar un minuto con James Hodg. Hablános acerca de la importancia de esta formación. Quiero decir, es muy significativo lo que está sucediendo ahora. Claramente, Estados Unidos tiene una gran influencia en Honduras. La Unión Europea acaba de cortar toda la ayuda económica pero Estados Unidos todavía tiene que hacerlo, y aunque ellos dicen que han cortado la cooperación militar, sin embargo, estamos oyendo esta historia.
     
    JAMES HODGE: Sí. La Ley de Relaciones Exteriores exige que Estados Unidos suspenda todas las ayudas y el entrenamiento si un país ha sufrido un golpe de Estado. Y el presidente Obama dijo, apenas sucedió el golpe, que se trataba de una acción ilegal y que el Presidente Zelaya es el presidente elegido democráticamente. Sin embargo, lo que encontramos es que la Escuela de las Américas, ahora conocida como WHINSEC, sigue formando a soldados hondureños. Y esto da una señal muy fuerte a los hondureños de que Estados Unidos está enviando mensajes ambigüos.
     
    Los lazos militares entre Honduras y Estados Unidos ya llevan mucho tiempo. A Honduras se la solía llamar el ”USS Honduras”, ya que se utilizó el país de muchas maneras durante los años 80. El Presidente Reagan utilizó a ese país para lanzar la guerra de los Contras contra los sandinistas en Nicaragua.
     
    AMY GOODMAN: Esto sucedió cuando el ex embajador estadounidense John Negroponte fue embajador de Estados Unidos en Honduras durante el mandato de Reagan, ¿no?
     
    JAMES HODGE: Correcto. El Embajador Negroponte estaba allí y, básicamente, hizo la vista gorda a todos los abusos cometidos por el Batallón 3-16, el escuadrón de la muerte. Así que, no se puede subestimar la importancia de esta formación, porque si uno…
     
    Pero esto sucedió antes también. No es una cuestión partidaria. Monseñor Oscar Romero, que era el arzobispo de San Salvador, fue asesinado en 1980 poco después de haberle enviado a Jimmy Carter una carta en la que le pedía que suspendiera el envío de ayuda a este país. Y Jimmy Carter reestableció la ayuda muy poco después. Y tras el asesinato de las monjas estadounidenses ese mismo año, el envío de ayuda fue cortado durante un par de semanas y luego se volvió a reanudar.
     
    Entonces, el problema es que Estados Unidos envía mensajes contrapuestos. Por un lado, condenan, en este caso, el golpe de Estado, o condenan el asesinato del arzobispo Romero, pero es como que borran con el codo lo que escriben con la mano. La ayuda continúa y la formación continúa, como pasó en El Salvador en los años 80.
     
    AMY GOODMAN: ¿Cómo supo, James Hodge, que EE.UU. sigue hoy en día formando a soldados y oficiales hondureños en la Escuela de las Américas, WHINSEC, en Fort Benning?
     
    JAMES HODGE: Bueno, lo que ocurrió fue que el Padre Roy Bourgeois, que viajó a Honduras hace una semana en el marco de una misión para investigar lo que está sucediendo, fue a la base militar estadounidense que hay en las afueras de Tegucigalpa y descubrió que nada había cambiado. Él habló con el oficial estadounidense a cargo, y ellos dijeron que todo seguía igual, dentro de la normalidad.
     
    Así que decidimos llamar a WHINSEC y averiguar si el entrenamiento de militares hondureños aún se estaba llevando a cabo. Hablamos con Lee Rials, que es el portavoz, y dijo: “Sí, ellos se encuentran ahora mismo en clase.” Y yo estaba un poco anonadado. Y él dijo que, bueno, ellos no hacen la política, que es una decisión del Departamento de Estado, de la Casa Blanca. Y dijo que ellos sólo hacen, usted sabe, que nada ha cambiado allí. Las operaciones siguen en marcha, y nadie les ha dicho que las cesen.
     
    Sin embargo, se negó a darnos los nombres de los graduados, porque desde 2005 el Departamento de Defensa se ha negado a hacer públicos los nombres de los graduados después de que se descubriera que se estaba admitiendo a soldados de los que se sabía que estaban implicados en violaciones a los derechos humanos. Y bueno, teóricamente,  se suponía que WHINSEC iba a ser más transparente que la Escuela de las Américas, pero en realidad no lo ha sido.
     
    AMY GOODMAN: Y esta no es la única escuela, como ellos mismos dijeron.
     
    JAMES HODGE: Si, nosotros entrenamos… Quiero decir, la Escuela de las Américas, o WHINSEC, brinda entrenamiento a miltares en español. Por lo tanto, es la principal escuela de formación de los oficiales latinoamericanos. Sin embargo, hay otras bases militares en Estados Unidos donde se está entrenando a soldados latinoamericanos, pero la formación se hace en inglés.
     
    AMY GOODMAN: Nikolas Kozloff, has estado siguiendo de cerca el golpe de Estado. Háblanos acerca de los últimos acontecimientos y dinos quién crees que está detrás de esto. ¿Cuál es exactamente el papel de EE.UU. aquí? Si EE.UU. cortara la ayuda, económica y militar, ¿crees que eso daría por terminado el golpe?

    NIKOLAS KOZLOFF: Creo que no. Creo que está abierta esta puerta giratoria de personas de Washington que apoyan a empresas como la bananera Chiquita. Acabo de escribir un artículo sobre Chiquita, antes conocida como United Fruit Company. Y, ya sabes, a lo largo de la historia, Chiquita tuvo una influencia y un poder enormes en los países de América Central.

    Y sabemos que antes del golpe de Estado en Honduras, Chiquita estaba muy disconforme con los decretos sobre el salario mínimo del Presidente Zelaya, porque decían que esto iba a reducir sus ganancias y encarecería la exportación de bananas y piñas. Y sabemos que apelaron a las cámaras empresariales hondureñas, que también estaban en contra de las medidas de Zelaya sobre el salario mínimo.

    Y también, lo que me parece muy interesante es que Chiquita está representada legalmente por un estudio jurídico de Washington llamado Covington que asesora a empresas multinacionales. ¿Y quién es vicepresidente de Covington? Nada menos que John Negroponte, a quien su invitado anterior mencionó en referencia a las violaciones alevosas a los derechos humanos que se produjeron en Honduras durante los años ochenta. Entonces me parece que esa es una conexión interesante.

    AMY GOODMAN: Usted habla del dinero y del apoyo, de Chiquita, entonces y ahora. Es interesante, porque esto me recuerda el golpe de Estado contra el presidente haitiano, Jean-Bertrand Aristide, quien había estado en el cargo no más de un año, 1990-1991, cuando fue depuesto, y uno de sus primeros actos al asumir la presidencia había sido aumentar el salario mínimo, tal como lo hizo Zelaya.

    NIKOLAS KOZLOFF: Sí, exacto. Y esto no es nada nuevo, como lo digo en un artículo reciente. A lo largo del siglo veinte, Chiquita, antes conocida como United Fruit, estuvo asociada con algunas de las fuerzas económicas y políticas más retrasadas y retrógradas en América Central y por cierto, fuera de América Central, en países como Colombia. Y sabemos que la United Fruit Company tuvo un papel preponderante en el golpe de Estado contra el presidente Jacobo Arbenz, elegido democráticamente en Guatemala en 1954. Y, después de eso, sabes, ese fue el comienzo de un período muy turbulento en la historia guatemalteca, violación sistemática de los derechos humanos, genocidio de los pueblos originarios de Guatemala. Y Guatemala recién ahora se está empezando a recuperar de eso. Pero, sabes, Chiquita ha tenido un papel en países como Guatemala y también Colombia, y mantiene estos vínculos con Covington, este estudio jurídico en Washington, hasta la actualidad. Y está esta puerta giratoria, como dije antes, de esta gente de Washington. A su vez, Covington está vinculado a McLarty y Kissinger Associates; McLarty, siendo Jefe de Gabinete y enviado a Latinoamérica del ex presidente Clinton, era quien insistía con la agenda del libre comercio en Latinoamérica, y Kissinger que ni siquiera necesita una presentación. Sus vínculos con el golpe de Estado en Chile en 1973 son bien conocidos. Entonces, es inquietante que esta historia de abusos en América Central durante el siglo veinte con Chiquita y las empresas de frutas continúe hasta la fecha.

    AMY GOODMAN: Y luego está, bueno… la semana pasada emitimos el testimonio de Lanny Davis ante el Congreso; hablábamos con Ken Silverstein, el excelente periodista de investigación, sobre Lanny Davis y el hecho de que esté representando a la Cámara de Comercio, la que está muy a favor del régimen golpista en este momento. Lanny Davis fue asesor del ex presidente Clinton en la Casa Blanca.

    NIKOLAS KOZLOFF: Exacto, y está el círculo de los clintonistas que todavía están dando vueltas. Y como dije antes, está Mack McLarty, que ahora está asociado a un estudio jurídico que defiende a Chiquita. Además, como señalo en mi reciente artículo, está el Fiscal General, Eric Holder, que fue Fiscal General Adjunto durante el gobierno de Clinton, que defendió a Chiquita y sus acciones en Colombia cuando Chiquita estaba aliada a los escuadrones de la muerte de los paramilitares de derecha en los años noventa y se comprobó su culpabilidad en el pago a los paramilitares. Y Eric Holder, el actual Fiscal General, que también ocupó un cargo en el gobierno de Clinton, fue el abogado defensor de Chiquita.

    AMY GOODMAN: Y explique la importancia de lo qué él estaba representando en el caso de Chiquita. Es decir, conocemos la historia del Cincinnati Enquirer, que hizo esta notable revelación sobre Chiquita, de la que fueron forzados a disculparse, no porque estuvieran equivocados, sino porque el periodista tuvo acceso al sistema de mensajes de voz de Chiquita, y ellos dijeron que era ilegal la forma en la que había conseguido acceder a ese sistema. Pero lo que expuso fue absolutamente excepcional.

    NIKOLAS KOZLOFF: Exacto. Bueno, Chiquita asegura que sólo pagaba  a los paramilitares en Colombia para que la protegiera. Pero las víctimas de la violencia paramilitar en Colombia dicen otra cosa. Ellos dicen que Chiquita participaba en esta campaña sistemática de control de la producción de bananas en Colombia y aterrorizaba a la población. Y Chiquita fue la única empresa estadounidense de la historia a la que se encontró culpable de pagar sobornos a una organización terrorista, tal como la define Estados Unidos. Eric Holder era el abogado defensor principal de Chiquita. Ahora es el funcionario de mayor jerarquía de la justicia estadounidense y está vinculado a esta empresa de frutas que fue cómplice de la violencia paramilitar de derecha.

    AMY GOODMAN: Bueno, ahora háblanos de los últimos acontecimientos: el retiro de apoyo a  Honduras por parte de la Unión Europea y el fracaso de la mediación de Oscar Arias. Aunque el presidente electo Zelaya aceptó en su totalidad la propuesta de Arias, el régimen de facto dijo que no. ¿Qué va a pasar? El Presidente de Costa Rica y Premio Nóbel, Oscar Arias, dijo que puede haber una guerra civil.

    NIKOLAS KOZLOFF: Bueno; en verdad, no sé. No veo cómo se vaya a resolver esto, porque él [Zelaya] ya intentó regresar militarmente, es decir, no militarmente, sino tratar de regresar el país por la fuerza. Y creo que el problema es que, hasta hace poco, Honduras era muy… tenía una política de derecha muy tradicional, era uno de los países más confiables, era uno de los regimenes que más se amoldaba a Estados Unidos en América Central. Y ahora se ve el resurgimiento de estas fuerzas de derecha. Y también están estos efervecentes movimientos sociales hondureños, por ejemplo, la comunidad Garifuna, los afrohondureños, los pueblos indígenas y los trabajadores. Pero creo que, a lo mejor, este puede ser el resurgimiento de fuerzas de derecha que realmente no habían desaparecido. En un momento pareció que llegaba la corriente rosa de América del Sur, que el surgimiento de la izquierda se extendía a América Central. Esto puede ser, quizás, una señal preocupante, que indica que esas viejas fuerzas retrógradas están tratando ahora de demostrar que pueden volver. Y creo que eso es preocupante para otros países que son, digamos, aliados de Venezuela, como algunas naciones caribeñas pequeñas, y esto puede ser un mensaje muy inquietante para otros países que están siguiendo y tratando de cultivar sus vínculos con Venezuela.

    AMY GOODMAN: Quiero darle las gracias por estar con nosotros a Nikolas Kozloff, autor del libro Revolution!: South America and the Rise of the New Left [¡Revolución!: América del Sur y el surgimiento de la nueva izquierda]. Su último artículo, “From Arbenz to Zelaya: Chiquita in Latin America” [De Arbenz a Zelaya: Chiquita en Latinoamérica].

    Y gracias a James Hodge y Linda Cooper, coautores de Disturbing the Peace: The Story of Father Roy Bourgeois and the Movement to Close the School of the Americas [Alterando el orden público: la historia del Padre Roy Bourgeios y el movimiento para cerrar la Escuela de las Américas]. Su último artículo, publicado en el National Catholic Reporter, revela que Estados Unidos todavía entrena a oficiales hondureños en la Escuela de las Américas, WHINSEC, en Fort Benning, Georgia.
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    Traducido por Núria Ferragutcasas y Democracy Now! en español

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