A lo largo y ancho de Chile se suceden los festejos tras el rescate de los 33 mineros que estuvieron atrapados bajo tierra durante más de dos meses. El miércoles, Luis Urzúa, el último de los 33 mineros, fue elevado a la superficie en una cápsula desde una profundidad de 2.050 pies.
Urzúa dijo: “Tuvimos la fuerza. Tuvimos el espíritu. Tuvimos la garra de luchar. De luchar por nuestras vidas, de luchar por nuestras familias. Eso fue lo más grandioso”.
Los mineros fueron rescatados de a uno en una operación que duró 22 horas. Estuvieron 69 días atrapados bajo la mina de cobre derrumbada, el período más largo de supervivencia bajo tierra del que se tenga registro. Todos fueron hospitalizados, pero ninguno padece afecciones graves. Poco después de que finalizaran las tareas de rescate, el Presidente chileno Sebastián Piñera dijo que el acontecimiento había cambiado al país.
El Presidente Piñera declaró: “Los mineros no son los mismos que quedaron atrapados ese día 5 de agosto. Han salido fortalecidos, y nos han dado una lección. Pero Chile tampoco es el mismo. Creo que Chile, hoy día, está más unido y más fuerte que nunca. Y creo que Chile hoy día es un país más respetado y más valorado en el mundo entero”.
En una alocución pronunciada hoy en la Casa Blanca, el Presidente Barack Obama rindió homenaje a los mineros y su hazaña.
El Presidente Obama declaró: “Anoche el mundo entero presenció el momento en que el primer minero era rescatado desde una profundidad de más de dos mil pies bajo las piedras y luego abrazado por su pequeño hijo y su familia en el campamento Esperanza. Las lágrimas que derramaron luego de estar tanto tiempo separados expresaron no sólo su propio alivio, su propia alegría, sino la alegría de la gente en todas partes”.