Con una fuerte presión ejercida por el gobierno de Barack Obama, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó el miércoles a favor de imponer una cuarta ronda de sanciones a Irán debido a su presunto programa nuclear. La resolución exige la aplicación de medidas contra los bancos iraníes en el extranjero, aumenta el embargo de armas de las Naciones Unidas y demanda la implantación de un régimen de inspección de cargas similar al que rige para Corea del Norte.
El Presidente Obama elogió la votación del Consejo de Seguridad.
Obama manifestó: “Esta resolución implementará las sanciones más duras que jamás haya enfrentado ningún gobierno iraní y envía un mensaje inequívoco sobre el compromiso de la comunidad internacional para detener la propagación de armas nucleares. Durante años, el gobierno iraní incumplió con sus obligaciones derivadas del tratado de no proliferación nuclear. Violó sus compromisos con la Agencia Internacional de Energía Atómica. Ignoró las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y, mientras que los líderes iraníes se ocultan tras una retórica estrafalaria, sus acciones resultan muy inquietantes”.