En San Diego, un inmigrante mexicano murió luego de que oficiales de aduana lo golpearan repetidamente con palos y le dieran electrochoques con una pistola mientras lo deportaban a México. La víctima, Anastacio Hernández-Rojas, había sido detenido luego de cruzar la frontera desde México la semana pasada. Familiares de Hernández-Rojas dicen que éste vivía en Estados Unidos desde los catorce años y que tenía cinco hijos nacidos en este país. Funcionarios de aduanas afirmaron que los oficiales lo golpearon y aplicaron choques eléctricos luego de que el inmigrante se resistiera a ser deportado. Testigos denunciaron que habían visto a los oficiales pateando y golpeando a Hernández-Rojas. El Departamento de Policía de San Diego dice que está investigando el caso.
Inmigrante mexicano muere mientras estaba bajo custodia de Estados Unidos
Titular02 Jun. 2010