En Yemen, fuerzas que reciben el apoyo del gobierno continúan atacando a los manifestantes que se oponen al régimen del Presidente Ali Abdullah Saleh que ha permanecido en el poder durante largo tiempo. Al menos siete personas murieron y decenas resultaron heridas luego de que hombres armados leales a Saleh abrieran fuego contra manifestantes que marchaban por la ciudad de Sanaa. Fue el tercer ataque a manifestantes durante los pasados cuatro días. En Naciones Unidas, un vocero del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció la represión llevada a cabo por parte del gobierno yemení.
Rupert Colville expresó: “Condenamos con la máxima firmeza el asesinato de una cantidad de manifestantes ampliamente pacíficos en Sana y Tiaz en Yemen debido al uso indiscriminado de la violencia por parte de las fuerzas de seguridad durante el fin de semana. Nos preocupa mucho que las fuerzas de seguridad continúen haciendo uso excesivo de la fuerza en un clima de completa impunidad por los delitos cometidos que dejan como saldo muchas personas muertas y heridas a pesar de las muchas promesas por parte del gobierno de revertir la situación”.