Relacionado
20 de octubre de 2011
El estado de Alabama se convirtió en un importante punto conflictivo en el debate en torno a la inmigración, después de promulgar la ley HB 56 que autoriza a la policía a arrestar a cualquier persona sospechosa de estar en el país de manera ilegal.
La ley también impide que los tribunales hagan valer contratos en los que participen inmigrantes indocumentados y permite a las escuelas públicas verificar la situación migratoria de los estudiantes matriculados. La semana pasada, un tribunal federal de apelaciones dejó sin efecto algunas secciones de la nueva polémica ley recién después de que miles de latinos huyeran de Alabama. Muchos negocios se vieron obligados a cerrar sus puertas después de que los latinos abandonaran sus puestos de trabajo en señal de protesta en todo el estado. Hablamos con Isabel Rubio, directora ejecutiva de la Coalición de Intereses Hispanos de Alabama, principal demandante en una de las causas judiciales iniciadas contra la ley del estado de Alabama. “Estamos en un estado de crisis humanitaria aquí”, dijo Rubio. “Ni siquiera puedo empezar a explicarle el nivel de miedo y caos que la ley HB 56 generó en la comunidad. Realmente creemos que el núcleo de esta ley está dirigido a la comunidad latina, no a los inmigrantes en general”.
JUAN GONZÁLEZ: Ahora pasamos al debate sobre los derechos de los inmigrantes. El estado de Alabama se convirtió en un importante punto conflictivo en el debate en torno a la inmigración, después de promulgar la ley HB 56 que autoriza a la policía a arrestar a cualquier persona que sospeche esté en el país de manera ilegal. La ley también impide que los tribunales hagan valer contratos en los que participen inmigrantes indocumentados y permite a las escuelas públicas verificar la situación inmigratoria de los estudiantes matriculados.
La semana pasada, un tribunal federal de apelaciones dejó sin efecto algunas secciones de la nueva ley, recién después de que miles de latinos huyeran de Alabama. Los distritos escolares de todo el estado informaron que una gran cantidad de estudiantes latinos han dejado de asistir a clase en las últimas semanas.
AMY GOODMAN: El miércoles pasado, numerosas fábricas y negocios de Alabama se vieron obligados a cerrar sus puertas después de que en todo el estado los latinos abandonaran sus puestos de trabajo en señal de protesta contra la ley anti inmigratoria.
En un minuto, vamos a ver el lugar que ocupa esta ley en el manejo de las leyes inmigratorias que hace el gobierno de Obama a nivel federal. Pero, primero se comunica con nosotros desde Birmingham, Alabama, Isabel Rubio, directora ejecutiva de la Coalición de Intereses Hispanos de Alabama, miembro del comité directivo de la Coalición de Justicia para los Inmigrantes de Alabama. Su agrupación es la principal demandante en una de las causas judiciales iniciadas contra la ley del estado de Alabama.
Isabel, bienvenida a Democracy Now!
ISABEL RUBIO: Buenos días.
AMY GOODMAN: Padres que no están mandando sus hijos a la escuela, trabajadores que están huyendo del estado, ¿puede explicarnos qué está ocurriendo y qué dice realmente la ley?
ISABEL RUBIO: Estamos en un estado de crisis humanitaria aquí; realmente hay una crisis económica, humanitaria y de derechos humanos. Ni siquiera sé cómo empezar a explicarle el nivel de miedo y caos que la ley HB 56 generó en la comunidad. Nos alivió que el Circuito 11° haya dejado sin efecto la cláusula que obligaba a los funcionarios escolares a hacer cumplir la ley inmigratoria federal, pero cientos de estudiantes ya dejaron la escuela y las familias se mudaron. Y lo crítico es que, a pesar de que la educación es un derecho que tienen todos los niños, hay niños ciudadanos estadounidenses que dejan la escuela aquí en Alabama a causa de esta ley.
JUAN GONZÁLEZ: Por otro lado, el tribunal de circuito confirmó la sección de la ley que exige las presentación de documentos –la sección “muéstreme sus papeles”-, lo cual obviamente significa que este tema va a ir a la Corte Suprema, ya que hay diferentes fallos en diferentes tribunales federales.
ISABEL RUBIO: Tienes toda la razón. El Circuito 11° dejó sin efecto la cláusula que obligaba a los funcionarios escolares a verificar la situación inmigratoria de los estudiantes, pero todavía hay una cláusula vigente que se refiere a la sospecha razonable. Entonces, si bien es posible que la policía le pida a alguien que se detenga por un problema rutinario de tráfico —y digo “rutinario”—, en ese momento la policía puede tener una sospecha razonable, ya sea por el acento o el color de piel de la persona, y preguntarle a esa persona sobre su situación inmigratoria, instancia que al final puede llevar a la detención de esa persona y al inicio de trámites de deportación.
AMY GOODMAN: ¿Puede hablar del movimiento contra esta ley impulsada por el gobernador Bentley, la importancia de los paros y de que los niños estén dejando la escuela? ¿Qué está pasando en toda Alabama en este momento?
ISABEL RUBIO: Lo que está pasando aquí en Alabama verdaderamente es semejante a lo que ocurrió durante la década de 1960, hace casi 50 años, en términos del rápido crecimiento tanto de la comunidad de los que se ven afectados por esta ley como de los que se están ofreciendo como aliados. Como mencionó, el miércoles pasado hubo padres que no mandaron los niños a la escuela. Hubo negocios que cerraron. Y cuando digo negocios, no me refiero únicamente a negocios familiares. Me refiero a plantas de procesamiento de pollo que no pudieron abrir sus puertas porque los trabajadores no se presentaron a trabajar.
Y tenemos aliados. Como mencionó, la Coalición de Justicia para los Inmigrantes de Alabama, que es una coalición amplia en todo el estado conformada por miembros de comunidades religiosas. Tenemos un fuerte vínculo con la comunidad afroestadounidense allí, por medio de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP). Hay personas en Alabama que dicen “No podemos volver a la Alabama de hace 50 años. Ya no somos así. Tenemos que ponernos de pie y expresar nuestra opinión”. Entones, en parte, es verdaderamente alentador ver que la gente finalmente se ve impulsada a participar por la naturaleza atroz de esta ley. Y seguiremos.
AMY GOODMAN: Solo nos quedan 30 segundos, pero, ¿qué tan grande es la población latina en Alabama? Y ¿por qué fue aprobada esta ley en Alabama?
ISABEL RUBIO: En Alabama hay una historia de temor a los extranjeros. Realmente creemos que el núcleo de esta ley está dirigido a la comunidad latina, no a los inmigrantes en general. Pero contamos con el apoyo de 2.000 personas en Alabama y seguiremos luchando por lo que es correcto con el apoyo de nuestros aliados. Muchas gracias por la oportunidad de hablar con ustedes hoy y de seguir dándoles noticias nuestras al mundo.
AMY GOODMAN: Isabel Rubio, directora ejecutiva de la Coalición de Intereses Hispanos de Alabama, muchas gracias por hablar con nosotros.
Traducido por Kelly Kremko; editado por Gabriela Diaz Cortez