Miembros de la oposición bahreiní advierten un agravamiento de la crisis política tras la condena de ocho activistas a cadena perpetua. El miércoles, un tribunal bahreiní encontró al líder político chií Hassan Mushaima y a otras siete personas culpables de conspirar para dar un golpe de Estado en las protestas que estallaron este año. Otros trece activistas fueron condenados a penas que van de dos a cinco años de prisión. Bahréin es un aliado clave del gobierno de Estados Unidos en el Medio Oriente y alberga a la 5ª Flota de la Marina de este país. En Washington, el vocero del Departamento de Estado Mark Toner expresó preocupación por las condenas.
Mark Toner dijo: “Nos preocupa la severidad de las sentencias que se pronunciaron ayer en Bahréin. También nos preocupa la utilización de tribunales militares para juzgar a estos civiles. Como dijo el Presidente Obama en su discurso del 29 o 19 de mayo, 'tales medidas contradicen los derechos universales de los ciudadanos bahreiníes'. Sabemos que estos casos se van a apelar. Seguimos instando al gobierno bahreiní a respetar su compromiso de implementar procedimientos judiciales transparentes…”.
Otros manifestantes bahreiníes están siendo juzgados. Se está llevando a cabo un juicio militar de un grupo de médicos y trabajadores de la salud que dieron tratamiento a activistas heridos. Esta semana, la esposa de uno de los médicos dijo que su esposo fue torturado para que confesara tras permanecer de pie durante tres semanas esposado y privado del sueño.