Las fuerzas sirias siguen asesinando civiles en una escalada de la represión contra las fuerzas prodemocráticas. Al menos seis personas murieron hoy, con lo que la cifra de fallecidos se ubicó en 150 personas como mínimo en los dos últimos días. Por lo menos cien personas murieron el domingo víctimas de las fuerzas leales al Presidente Bashar al Assad en la zona álgida de Hama, y al menos 25 murieron en el centro de explotación de petróleo y gas de Deir ez-Zor. A pesar de coincidir con el inicio del mes sagrado de Ramadan, la violencia persistió el lunes ya que los tanques del Ejército dispararon indiscriminadamente contra Hama. Alemania convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con la esperanza de revivir un proyecto de resolución que condena al régimen de Assad. Rusia, China y Brasil se opusieron a la medida con el argumento de que ésta podría interpretarse como un pretexto para una intervención militar como la de Libia. Reed Brody, de la organización Human Rights Watch, dijo que los sirios están pagando ahora el precio de las consecuencias del ataque de la OTAN contra Libia.
Brody afirmó: “Países como Rusia y China, pero también Sudáfrica, India y Brasil, que están impidiendo que actúe el Consejo de Seguridad, que están impidiendo que actúe la Corte Penal Internacional, que están permitiendo a Bashir seguir con los asesinatos, estos países tienen las manos manchadas de sangre. El pueblo sirio está pagando el precio de lo que se percibe como una intervención sin fin en Libia. Y por eso China y Rusia y estos países dicen 'Ah no, no vamos a dar nuestro apoyo otra vez', pero el problema es que al negarse a actuar están permitiendo que continúen las masacres”.
Inicio