Un recluso de Texas que pasó 31 años en prisión por violación fue liberado luego de que un juez determinara que la fiscalía ocultó evidencia que podría haber llevado a su absolución. En 1980, Rickey Wyatt, afro estadounidense de 56 años de edad, fue condenado a 99 años de cárcel por abuso sexual. En ese momento, la policía de Dallas ocultó pruebas de que la víctima había declarado que Wyatt era demasiado pequeño para haber sido su agresor. La víctima había declarado además que el atacante estaba completamente afeitado, mientras que en ese entonces Wyatt llevaba habitualmente bello facial.
Recluso de Texas liberado tras 31 años de prisión por ocultamiento de pruebas
Titular06 Ene. 2012