Bahréin: una conocida familia de activistas paga un alto precio por cuestionar al gobierno

Original en Español24 de enero de 2014
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    Las conversaciones de reconciliación entre la monarquía bahreiní gobernante y los grupos de oposición se han reiniciado en medio de la constante represión a disidentes. El gobierno bahreiní ha reprimido a los manifestantes a favor de la democracia desde el levantamiento iniciado en febrero de 2011. La monarquía que gobierna con el apoyo de EE.UU. es base de la Quinta Flota de EE.UU. responsable de las fuerzas navales en el golfo Pérsico. Bahréin es un lugar estratégico clave en la región porque está directamente en frente de Irán. “We are the Giant” (Somos el gigante), un nuevo documental que se estrena en el Festival de Sundance, analiza la situación en Bahréin a través de la mirada de una destacada familia de activistas, la familia Al-Khawahas. El reconocido abogado por los derechos humanos Abdulhadi Alkhawaja está cumpliendo una condena a cadena perpetua mientras su hija Zainab también está en la cárcel. Nos acompaña Maryam Alkhawaja, que actualmente se desempeña como presidente interina del Centro Bahreiní por los Derechos Humanos mientras vive un exilo forzado.

    Amy Goodman: Estamos transmitiendo desde el Festival de Cine de Sundance en Park City, Utah. Pasamos ahora a hablar de Bahréin, donde las conversaciones entre la monarquía gobernante y los grupos de oposición se han reanudado en medio de una continua represión contra los disidentes. Según se informó, el martes, grupos chiítas de oposición se habrían reunido con el ministro de la Corte Real y habrían anunciado un nuevo inicio del estancado diálogo nacional. El gobierno de Bahréin ha llevado a cabo una ofensiva contra los manifestantes prodemocracia desde que se desataron las protestas en febrero de 2011. La monarquía respaldada por EE.UU. aloja a la Quinta Flota de la Marina estadounidense, responsable de todas las fuerzas navales ubicadas en el golfo. Bahréin es un aliado estratégico en la región, ya que está ubicado justo frente a Irán. Un nuevo documental presentado en Sundance analiza la situación en Bahréin a través del lente de una prominente familia de activistas. Dirigido por Greg Barker, el documental se llama “We Are the Giant”. En esta secuencia escuchamos a Zainab al-Khawaja, seguida por su hermana Maryam.

    Zainab al-Khawaja: Durante siglos, muchos árabes han sentido que no importa lo que uno haga, esto no va a cambiar, nada va a cambiar en este país. Sin esperanza, no vas a llegar a ninguna parte, porque tienes que creer que en verdad esto está yendo hacia algún sitio. Es por eso que no puedo rendirme, que no puedo darme por vencida.

    Zainab al-Khawaja: ¿Dónde están nuestros derechos? ¿Es que nuestra vida no importa a menos que haya cámaras aquí? Ésta es mi pregunta.

    Zainab al-Khawaja: Me han arrestado unas siete veces. He sido golpeada y lesionada. Tengo más de 13 casos en mi contra en los tribunales. Me siento culpable cuando dejo a mi hija por un largo periodo de tiempo. Cuando se despierta a mitad de la noche, preocupada porque me van a meter a la cárcel. Anoche se levantó y me despertó para decirme: por favor, no vayas a la cárcel. Y yo nunca le dije que estuve en la cárcel, pero ella oye cosas. Los niños son muy inteligentes. Ella me despierta y me dice no vayas a la cárcel.

    Maryam al-Khawaja: Mucha gente pregunta: ¿no está mal eso?, ¿no debería estar en casa con su hija? No, eso es exactamente por lo que ella está haciendo lo que está haciendo, por su hija.

    Amy Goodman: esas eran Maryam al-Khawaja y su hermana Zainab, en la nueva película “We Are the Giant”, que se estrena aquí en Sundance. Su familia ha pagado un alto precio por hablar en contra del gobierno de Bahréin. El padre de Maryam es el conocido abogado de derechos humanos Abdulhadi al-Khawaja, que se encuentra en prisión cumpliendo una condena a cadena perpetua en Bahréin. Ya ha pasado dos años en la cárcel. Y la hermana de Maryam, Zainab, a quien hemos entrevistado a menudo en Democracy Now!, también está en la cárcel en este momento. Un amigo cercano de al-Khawaja, Nabeel Rajab, también está en la cárcel. Él era el jefe del Centro Bahreiní para los Derechos Humanos. Esta semana entrevisté a Maryam al-Khawaja aquí, en Park City, Utah. En la actualidad ella es la presidenta provisional de ese grupo. Le pedí que describiera la situación actual en Bahréin.

    Maryam al-Khawaja: Continuamos viendo una situación de deterioro respecto a las violaciones a los derechos humanos. El gobierno de Bahréin, hasta el momento, no tiene ningún incentivo para detener las violaciones a los derechos humanos, y eso se debe principalmente a que creen tener inmunidad internacional cuando se trata de tener que rendir cuentas por todas las violaciones que han cometiendo en los últimos tres años. Entonces, a pesar de que en este momento se habla de un diálogo, no parece que ese diálogo tenga efecto alguno sobre las violaciones que están teniendo lugar, ya sea en lo que se refiere a redadas en viviendas o detenciones, palizas o torturas sistemáticas.

    Amy Goodman: Háblenos de la situación de su propia familia en prisión.

    Maryam al-Khawaja: Mi padre, por supuesto, recurrió a todas las acciones legales a las que pudo, pero, por supuesto, todos sabemos que el sistema judicial en Bahréin no es un sistema judicial que funcione. Todo tiene que ver con una decisión política. Si podemos ejercer suficiente presión internacional para su liberación, entonces es probable que esa sea la única manera en que lo podamos liberar. En cuanto a Zainab, en las próximas dos semanas va a tener una audiencia ante el tribunal. Todavía tiene cerca de seis casos pendientes. Se supone que debería ser puesta en libertad en febrero, después de cumplir un año, pero me imagino que sin la cantidad adecuada de presión y atención internacional a su caso, probablemente la van a sentenciar a permanecer aún más tiempo en prisión.

    Amy Goodman: Explique qué fue lo que élla hizo.

    Maryam al-Khawaja: Bueno, Zainab ha tenido mucha influencia en el movimiento de protesta. En un momento en el que todos estaban acostumbrados a huir al ser atacados con gases lacrimógenos, Zainab decidió enfrentarse a la policía antidisturbios de un modo pacífico, pero sin correr. De ese modo se convirtió en una persona determinante en la construcción de ese tipo de desobediencia civil, donde en vez de correr cuando te están disparando, desafías al miedo, desafías la forma en que ellos piensan que tienes que reaccionar, reaccionando de una manera completamente diferente. Y también, por supuesto, hablar continuamente sobre lo que está pasando, documentar la situación sobre el terreno, conversar con las familias de las víctimas de los asesinatos o de la tortura y documentar sus historias, y luego asegurarse de que el mundo las conozca.

    Amy Goodman: Maryam al-Khawaja, ¿Cual es el papel de las multinacionales en Bahréin, en lo que se refiere al apoyo de estas a la monarquía, y también, especialmente, al apoyo de Estados Unidos?

    Maryam al-Khawaja: Bueno, siempre hablamos de dos tipos de violadores de los derechos humanos. Están las personas que en realidad cometen los crímenes, que en este caso sería el régimen de Bahréin. Y luego se habla de los facilitadores de las violaciones a los derechos humanos. Estas son las personas que normalmente hacen negocios con estos regímenes mientras ellos están cometiendo esos crímenes. Debido a que esos negocios son habituales, debido a que ellos continúan haciendo negocios de la manera que lo hacen, eso le permite al gobierno continuar con la represión que están llevando a cabo. Por lo tanto, si estamos hablando de la exhibición aérea o si estamos hablando de la Fórmula 1 que se lleva a cabo en abril.

    Amy Goodman: Se refiere a la carrera de autos.

    Maryam al-Khawaja: Sí, a la carrera de autos. O si hablamos de la visita del Príncipe Andrew del Reino Unido hace sólo algunos días para celebrar los 200 años de cooperación entre el Reino Unido y el gobierno de Bahréin. Todo esto le permite al gobierno de Bahréin seguir haciendo lo que está haciendo. Como he dicho antes, esto lo coloca en una situación en la que no tiene absolutamente ningún incentivo para detener las violaciones a los derechos humanos.

    Amy Goodman: ¿Qué hay de la Quinta Flota de la Marina de EE.UU.? Es evidente que entre EE.UU. y Bahréin existe un alto grado de cooperación.

    Maryam al-Khawaja: Por supuesto. Personalmente, me he reunido con personas del Departamento de Defensa, del Departamento de Estado, del Congreso y así sucesivamente, y me han dicho una y otra vez, que el cambio de ubicación de la Quinta Flota simplemente no está en la conversación. Por lo tanto, no es algo que estemos exigiendo en este momento, pero creo que lo que es en verdad frustrante y muy vergonzoso, por decirlo así, es el hecho de que no sólo no están pensando en mover la Quinta Flota… Hace apenas unos meses, el jefe de la Marina dijo en una declaración pública que están ampliando las operaciones de la Quinta Flota en Bahréin. Todo el mundo vio esto como un gesto de apaciguamiento hacia Arabia Saudita después del asunto con Irán, pero ¿por qué están sacrificado a la población de Bahréin para apaciguar a los sauditas? Sobre todo en un momento en que el gobierno de Bahréin no se ha ofrecido a llevar a cabo ningún tipo de reformas, ni a poner freno a las violaciones de derechos humanos que están teniendo lugar en este momento. En verdad se está enviando un mensaje equivocado al decirle al gobierno de Bahréin: “vamos a ampliar las operaciones de nuestra Quinta Flota en el país”.

    Amy Goodman: Ocurra lo que ocurra con la Quinta Flota, todo esto quiere decir que EE.UU. tiene una gran influencia en la política de Bahréin.

    Maryam al-Khawaja: Por supuesto. Estados Unidos, si quisiera, podría ejercer una gran influencia en Bahréin. Estados Unidos y también el Reino Unido. Si ellos decidieran que quieren posicionarse en favor del respeto a los derechos humanos o, por ejemplo, dar seguimiento a lo que el presidente Obama dijo en 2011 acerca de que si se quiere tener un diálogo nacional, es necesario que la oposición pacífica esté en la mesa de negociaciones, después de haber sido liberada de prisión. El caso es que los opositores pacíficos de los que el presidente Obama habló en 2011 siguen hoy en prisión. Sin embargo, no se le ha dado absolutamente ningún seguimiento. Por lo tanto, estamos ante una situación en la que Estados Unidos, Reino Unido y estos países que dicen que los derechos humanos y la democracia son la piedra angular de su política exterior, en realidad están haciendo oídos sordos ante la situación de los derechos humanos.

    Amy Goodman: Su padre está encarcelado. Maryam, su hermana está en la cárcel. [Nabeel Rajab], el activista pro derechos humanos, un amigo cercano de la familia, se encuentra en prisión, además de muchas otras personas. ¿Ha estado usted en la cárcel?

    Maryam al-Khawaja: Yo personalmente no he estado encarcelada, pero eso se debe a que me fui de Bahréin justo antes de que los tanques saudíes cruzasen el puente. Sólo he regresado una vez, en 2013, durante un periodo muy corto para ver a mi familia. La última vez que intenté volver a Bahréin, el agosto pasado, British Airways me negó el embarque, según dijeron, a solicitud del gobierno bahreiní.

    Amy Goodman: ¿British Airways le negó el embarque?

    Maryam al-Khawaja: Sí, British Airways me negó el embarque. A pesar de que les dije que soy ciudadana bahreiní y les mostré mi tarjeta de identificación. Me dijeron que había una solicitud del gobierno de Bahréin para que no se me permitiese subir al avión.

    Amy Goodman: Puede hablarnos de cuáles son sus exigencias para la monarquía bahreiní.

    Maryam al-Khawaja: Yo trabajo en una organización de derechos humanos, por lo que nuestras demandas, por supuesto, están muy relacionadas con los derechos humanos. Básicamente, nuestra demanda consiste en que terminen las violaciones a los derechos humanos y luego se dé paso a una situación en la que se les pueda pedir que rindan cuentas. Si no se exigen responsabilidades no se puede avanzar. Cuando la gente y los agentes de policía, cuando los ministros y las personas en el poder creen que pueden escapar sin rendir cuentas por las violaciones que han cometido, entonces van a llevar a cabo más violaciones. Por lo tanto, creo que si queremos avanzar en algo, en primer lugar, hay que empezar con el cese a la represión y luego iniciar un período en el que se rindan cuentas. En mi opinión, como defensora de los derechos humanos, y sé que muchos ven esto como algo poco realista debido a la posición de la monarquía bahreiní, pero creo que tanto al rey de Bahréin, como al príncipe y al primer ministro se les debe dar un juicio justo en el que de hallárseles responsables de las violaciones y de los crímenes que han ocurrido en los últimos tres años, entonces deberían rendir cuentas por ello.

    Amy Goodman: ¿Puede explicar cuáles son esas violaciones?

    Maryam al-Khawaja: Las violaciones incluirían, pero no se limitan, al uso innecesario de la fuerza contra manifestantes desarmados, asesinatos extrajudiciales de varias personas, una política de tortura sistemática. En el 2010, el rey podía afirmar que no lo sabia. La comisión independiente de investigaciones documentó lo que estaba sucediendo. Él no tiene absolutamente ninguna excusa para decir que no sabe lo que ocurre. Él lo sabe. Entonces, tenemos todos estos crímenes y violaciones de derechos humanos que han sido continuos, de los cuales, los altos dirigentes de Bahréin, o sea el rey, el primer ministro y el príncipe heredero, están muy al tanto. Tenemos incluso un video del primer ministro reuniéndose con una persona que ha sido implicada en la tortura de los médicos que atendieron a pacientes que fueron absueltos por los tribunales.

    Amy Goodman: Los médicos asistiendo a los pacientes que resultaron heridos durante las protestas.

    Maryam al-Khawaja: Exactamente. Los médicos auxiliaron a los manifestantes. El primer ministro visitó a esa persona y le dijo que estaba por encima de la ley y que no tendría que rendir cuentas. Esto está grabado en vídeo. Entonces, si están tan cómodos como para decirle a una persona en un vídeo que según nuestras leyes no tiene que rendir cuentas, podemos ver lo alto que llega esta política sistemática de impunidad.

    Amy Goodman: Esa era Maryam al-Khawaja. Ella es la presidenta provisional del Centro Bahreiní para los Derechos Humanos. Hablé con ella esta semana aquí en Park City, Utah. Ella y su hermana Zainab aparecen en la nueva película “We Are the Giant”, recién estrenada aquí en Sundance. Su padre es el reconocido abogado y activista en favor de los derechos humanos Abdulhadi al-Khawaja. Tanto él como Zainab se encuentran en la actualidad en prisión en Bahréin. Esto es Democracy Now! democracynow.org, el informativo de la guerra y la paz.

    Traducido por Alfonso Moreno. Editado por Igor Moreno y Democracy Now! en Español.

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