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Las clínicas que realizan abortos en Texas, que habían sido cerradas por un fallo judicial, han sido autorizadas a reabrir sus puertas. La Corte Suprema de EE.UU. bloqueó una ley contraria a la libertad de elección que obligaba a dichas clínicas a cumplir con los mismos estándares que se les exigen a los centro de cirugía de los hospitales. A principios de este mes, el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito autorizó la inmediata entrada en vigencia del fallo, lo que significó que —de un día para otro— las mujeres no pudieran acceder a un aborto. Trece clínicas fueron obligadas a cerrar, con lo cual solo quedaron ocho en todo Texas. El reciente fallo de la Corte Suprema permitirá a las clínicas seguir prestando el servicio mientras el tribunal de apelaciones considera la ley. Según se informa, al menos ocho clínicas han vuelto a abrir sus puertas. Texas, antes tenía más de cuarenta clínicas, pero muchas permanecen cerradas conforme a otra cláusula de la ley, que exige a los prestadores de abortos tengan autorización para permitir el ingreso de pacientes a un hospital cercano. En la decisión del martes, la Corte Suprema también bloqueó ese requisito en relación a dos clínicas ubicadas en las aisladas comunidades de El Paso y McAllen. Nos acompaña Amy Hagstrom Miller, CEO de Whole Woman’s Health en McAllen, la única clínica de abortos abierta al sur de San Antonio. La clínica vuelve a atender a las pacientes el viernes.
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