Dos funcionarias de la ONU han solicitado a la ciudad de Detroit que restituya el suministro de agua potable a los habitantes que no pueden pagar sus facturas, alegando que los masivos cortes de suministro llevados a cabo por esa ciudad atentan contra lo establecido por los derechos humanos y perjudican a los habitantes más pobres de dicha ciudad. Detroit ha procedido al corte de suministro de agua potable de al menos 27.000 familias este año en el marco de un programa de consolidación, al cual los habitantes consideran como un paso tendiente a la privatización. Las facturas de agua de Detroit cuestan casi el doble que el promedio a nivel nacional, mientras que la tasa de pobreza asciende al 40%. Durante una visita a Detroit, Catarina de Albuquerque, relatora especial de la ONU por el derecho al agua potable y al saneamiento, y Leilani Farha, relatora especial de la ONU para el derecho a una vivienda adecuada, se reunieron con habitantes y autoridades de la ciudad.
Catarina de Albuquerque expresó: En el día de hoy, nos reunimos con el alcalde y autoridades municipales y estamos al tanto de las medidas que se han tomado por parte de la ciudad para tratar la asequibilidad, el tema de la asequibilidad del agua. En nuestra opinión, tales iniciativas resultan insuficientes para garantizar la asequibilidad del agua, el saneamiento y la vivienda adecuada”.
Leilani Farha afirmó: “Nos preocupa que los afroestadounidenses que viven en Detroit y que se enfrentan a los cortes de suministro de agua estén siendo obligados a tomar decisiones imposibles. Imagínense tener que elegir entre pagar el alquiler o pagar las facturas del agua”.
Las dos terceras partes de los hogares afectados por los cortes de suministro están conformados por familias con hijos menores, los cuales pueden ser retirados de sus núcleos familiares por los servicios de protección de menores si sus hogares no cuentan con agua potable.
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