Los disturbios son el lenguaje de los que no son escuchados: la lucha en Ferguson por la justicia continuará

Reportaje25 de noviembre de 2014

“No alcanza con que me pare delante suyo esta noche y condene los disturbios. Sería moralmente irresponsable que haga eso sin que, al mismo tiempo, condene las condiciones intolerables y eventuales que existen en nuestra sociedad. Estas condiciones son las que hacen que las personas sientan que no tienen otra alternativa que participar en rebeliones violentas para llamar la atención. Y debo decir esta noche que los disturbios son el lenguaje de los que no son escuchados”. Esas fueron las palabras del reverendo Martin Luther King pronunciadas en marzo de 1968, semanas antes de que fuera asesinado. Hoy, partes de Ferguson todavía están ardiendo después de una noche de manifestaciones tras la decisión del gran jurado de no imputar al agente de policía Darren Wilson que mató a Michael Brown. Al menos una decena de negocios en la zona de Ferguson han sido saqueados y quemados. Una cantidad de negocios ardieron durante horas hasta que los bomberos llegaran. Hablamos con el reverendo Osagyefo Sekou de la organización Fellowship of Reconciliation y Jelani Cobb, director de Africana Studies Institute en la Universidad de Connecticut y colaborador de la revista New Yorker. “Durante cien días [los manifestantes de Ferguson] han sido principalmente pacíficos en su acercamiento a este tema”, afirma Sekou. “Le dieron una oportunidad al sistema y el sistema los defraudó”.

Transcripción
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Esto es Democracy Now!, democracynow.org el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman. Estamos transmitiendo desde St. Louis, Missouri, desde las ciudades de Clayton y Ferguson. Y a pesar de sus temperaturas bajo cero, Ferguson está en llamas. Nuestros invitados de hoy son el reverendo Osagyefo Sekou, pastor de la Primera Iglesia Bautista de la localidad Jamaica Plain, Massachusetts, que fue enviado a Ferguson por la organización Fellowship of Reconciliation. Él hizo la escuela secundaria aquí en St. Louis y tiene familia en Ferguson. También está con nosotros Jelani Cobb, profesor adjunto de Historia, director del Africana Studies Institute en la Universidad de Connecticut, y colaborador de la revista New Yorker. Reverendo Sekou, comencemos contigo. ¿Podrías describir qué está pasando en las calles? De hecho, cuando hayamos terminado nuestra transmisión, las protestas no habrán terminado. Ustedes van a participar en otra manifestación que tendrá lugar justo detrás nuestro. Nos encontramos frente al Palacio de Justicia de Clayton, donde el gran jurado estuvo deliberando durante los últimos meses. Al Palacio de Justicia de Clayton se lo llama Centro de Justicia.

OSAGYEFO SEKOU: Parece ser un nombre poco apropiado, dado el alto nivel de represión y el desempeño antidemocrático del fiscal y el gobernador. Estos jóvenes han sido traicionados por todos los niveles de gobierno. No era sólo la zona oeste de Florissant lo que ardía ayer por la noche, también la democracia se estaba prendiendo fuego. La Constitución se desmoronaba. Y la gente joven que viene siendo arrinconada, maltratada por el sistema policial desde hace años; como mencionabas, yo hice la escuela secundaria aquí. Recuerdo que mi madre y mi hermana me decían que no pasara por Ferguson. Recuerdo a los policías metiendo sus manos en nuestros pantalones y acusándonos de vender drogas cuando solo éramos unos niños con calcetines de rombos que intentaban conseguir citas. La furia que hemos visto hoy, anoche, es un reflejo de la enajenación, de las pocas opciones que la gente joven siente que tiene actualmente para expresar sus derechos democráticos.

AMY GOODMAN: Hablemos de dónde hubo incendios anoche, y dónde no. Estuvimos en la avenida Florissant Sur. De hecho, ahí nos vimos con Jelani. Había un cordón de policías antidisturbios. Tenían vehículos blindados, armas automáticas. Estaban enfrentando duramente a los manifestantes. Pero cuando fuimos a la zona de Florissant Oeste, donde están los edificios, los negocios, principalmente tiendas de gente negra, allí no estaba presente la Guardia Nacional. En nuestra visita anterior, hace varios meses, cuando estuvimos aquí aquella vez, en Florissant Oeste ni siquiera se podía doblar en las esquinas. Habían acordonado la zona por completo. Pero anoche, para nuestra sorpresa, pudimos avanzar con el auto sin obstáculos por Florissant Oeste. La gente estaba rompiendo vidrieras, estaban prendiendo fuego a los edificios. Se trata de la Ferguson negra que la Guardia Nacional abandonó, ¿no es así?

OSAGYEFO SEKOU: Sí. Estuve allí durante unas dos horas y pude ver personalmente la falta de respuesta del departamento de bomberos, la forma relajada, informal en que la policía trataba el asunto. Al final dispararon gases lacrimógenos. Pero lo vemos como un ejemplo básico de la brecha racial que existe en Ferguson, en St. Louis, y en todo el país. Porque esta historia siempre ha sido sobre Mike Brown y a la vez más grande que Mike Brown. En Estados Unidos, día por medio hay algún niño negro o moreno que sufre la violencia arbitraria del Estado, con pocos o ningún recurso para hacerle frente; día por medio en Estados Unidos, una madre escribe el texto para un funeral, que tal vez sea la elegía de la democracia.

AMY GOODMAN: Jelani, ayer nos encontramos en Florissant Sur. Es donde está ubicada la policía de Ferguson, el Departamento de Policía de Ferguson, construido recientemente. ¿Podrías describir el panorama y lo que viste allí?

JELANI COBB: Al principio, se había congregado una multitud. En silencio, la gente aún mantenía la esperanza de que habría, de que el agente fuera imputado. Y se veía que no iba a suceder. Pero la gente seguía allí. Escucharon el discurso verborrágico e insultante que dio el fiscal Bob McCulloch antes de anunciar que no se presentaría una acusación formal. Y ahí vimos que comenzaba a crecer la tensión. Pero mientras tanto, la policía armó una especie de estructura de nudo corredizo, ubicándose en el extremo norte de la calle. Y luego, muy rápidamente, llegaron vehículos blindados y una gran cantidad de policías marchando con sus armas, algunos de ellos, con sus armas en la mano. Comenzaron a disparar gases lacrimógenos. Básicamente, acorralaron a la gente en Florissant Sur. Y como mencionabas recién, era impactante ver la ausencia de policía en Florissant Oeste Y esa misma noche habíamos escuchado al gobernador Jay Nixon, así como el viernes de la semana pasada habíamos escuchado al alcalde de St. Louis, Francis Slay, en una conferencia de prensa, y ambos utilizaron la palabra “moderación”. Dijeron que la policía actuaría de manera “moderada”. Parecía que tal vez habían captado por fin el mensaje de que la gente quiere que la traten como seres humanos. Y después, anoche, pudimos ver de qué se trataba la moderación. La moderación se refería a una actitud bastante indiferente hacia lo que sucedía en la parte negra de la ciudad, combinada con una vigilancia excesiva para la parte blanca de la ciudad.

AMY GOODMAN: Quiero leer una cita del Dr. Martin Luther King. Esto fue tres semanas antes de que lo asesinaran, el 14 de marzo de 1968. Dijo: “No puedo simplemente pararme aquí, ante ustedes, esta noche y condenar los disturbios. Sería moralmente irresponsable hacer eso sin, al mismo tiempo, condenar las intolerables condiciones que existen en nuestra sociedad. A causa de estas condiciones sociales hay personas que sienten que su única alternativa para recibir atención es participar en rebeliones violentas. Y debo decir, esta noche, que los disturbios son el lenguaje de quienes no son escuchados”. Esas fueron las palabras del Dr. Martin Luther King, tres semanas antes de ser asesinado en Memphis, Tennessee, el 4 de abril de 1968. Reverendo Sekou.

OSAGYEFO SEKOU: Son palabras muy pertinentes para este momento, en cuanto a la realidad a la que se enfrentan estos jóvenes. Lo escuchamos todo el tiempo, durante estos 100 días, gente joven diciendo que esta dispuesta a morir porque no tiene nada por qué vivir. El sistema educativo los ha traicionado. El presidente los ha traicionado. Eric Holder los ha traicionado. El gobernador Nixon los ha traicionado. El jefe de policía Jackson los ha traicionado; el sistema electoral los ha traicionado. Sus opciones son muy limitadas, el sistema educativo es decadente, no tienen ninguna oportunidad económica. Y luego, encima de todo, ven a su hermano, a su hijo, tendido en la calle durante 4 horas y media; es una herida sobre otra, lo que los pone en una situación donde la destrucción de la propiedad parece ser la única manera de descargar su ira porque no tienen otros recursos. Entonces, cuando el presidente hace un llamado a la calma, sin haber puesto a disposición los recursos suficientes para responsabilizar a Darren Wilson —y a la crueldad policial— por sus actos; entonces simplemente los hemos traicionado. Es una pena que la nación se comporte de esta manera con sus jóvenes más vulnerables.

AMY GOODMAN: Jelani Cobb, ¿qué pasa con la posibilidad de de demandar a Darren Wilson por violación de los derechos civiles? O sea, el Fiscal General Eric Holder está por retirarse, deja su cargo, pero él ha estado en Ferguson. Y ayer en la Casa Blanca, el presidente Obama condecoró a 18 personas, tres de las cuales fueron condecoradas póstumamente: James Chaney, Andrew Goodman y Mickey Schwerner. En su caso, el estado nunca demandó a los hombres que asesinaron a estos tres promotores de los derechos civiles en 1964. Pero después el gobierno federal sí lo hizo.

JELANI COBB: Así es. Se ha hablado bastante sobre esto. Sucede que la gente va a reproducir el discurso circulante; hemos escuchado al alcalde Giuliani decir algo en ese sentido, el ex alcalde de Nueva York Giuliani, dijo algo en el sentido de que la gente está causando disturbios, que no tienen ningún respeto por la democracia, que no tienen respeto por la vida, ni por la propiedad. Pero de hecho fue al revés, la gente causó disturbios y se rebeló anoche porque los mecanismos tradicionales de la democracia le fallaron. Es decir, la gente no fue directamente a causar disturbios. Hubo algunas pequeñas escaramuzas, pero en general la gente contuvo su bronca con la esperanza de encontrar cierta reparación por la muerte de Michael Brown por los canales del propio sistema jurídico. Pero eso no sucedió. Y ante esa falla, la gente comenzó a poner en juego su último recurso. Eric Holder, cuando estuvo aquí en verano, aconsejó moderación, le aconsejó a la gente que le diera la oportunidad al sistema legal de hacer su trabajo. Y lo que pasó anoche refutó eso. Con toda la paciencia, con toda la esperanza, con todo el idealismo, a pesar de lo que pasó con el caso de Trayvon Martin, a pesar de lo que pasó con el caso de John Ford, digo John Crawford, en Ohio, a pesar de lo que pasó con el caso de Oscar Grant; a pesar de todas las circunstancias que podemos nombrar, la gente todavía tenía fe en que el sistema judicial pudiera hacer un ápice de justicia. Es difícil que exista la posibilidad de presentar una demanda por violación de los derechos civiles. Sería muy difícil probar que este hecho tuvo una motivación racista, o que Brown fue privado intencionalmente de sus derechos civiles. Por eso, tengo tan poco optimismo como la gente que causó disturbios en Florissant Oeste con respecto a cualquier tipo de acción judicial.

AMY GOODMAN: De 162.000 causas en 2010, hablando de causas a nivel federal, los grandes jurados se han negado a emitir una acusación formal sólo en 11. De 162.000 causas federales. Reverendo Sekou, con respecto a esta primera noche de protesta, quiero preguntarle qué opina acerca del manejo de los tiempos. Hubo una gran discusión sobre si la decisión se anunciaría después de 48 horas o después de 24 horas. Al final, decidieron anunciarla a la noche, bien entrada la noche. ¿Por qué? ¿Contribuyó eso a lo que sucedió en las calles?

OSAGYEFO SEKOU: Bueno, está claro que fue orquestado de forma tal que creara un contexto de provocación. Ya durante el verano se hacía evidente que cuanto más demorara, más tensa se pondría la situación entre la gente y la policía. Así que pereciera que así fue. Pero pensándolo en relación con el movimiento por los derechos civiles, estos jóvenes estado en las calles por más de 100 días. Es un tercio de lo que duró el boicot de autobuses de Montgomery. Lo hicieron con pocos recursos, poco acceso a la tradición de lucha por los derechos civiles y poco apoyo por parte de diversas instituciones e infraestructuras. Y durante más de 100 días, el abordaje de las manifestaciones ha sido fundamentalmente no violento. Le dieron una oportunidad al sistema y el sistema los decepcionó. Y luego, ahora mismo mucha gente, en este mismo momento, tengo 125 compañeros que están en las calles, preparados para realizar acciones de resistencia civil no violenta. Se seguirán realizando manifestaciones no violentas. O sea, pensemos en eso. Esta es la segunda protesta social más larga, creo, hermano historiador, de la gente negra en 50 años, reclamando justicia a la nación estadounidense, pidiéndole que honre y actúe según los principios que ha declarado por escrito. Entonces, en lugar de demonizar a esta gente joven, deberíamos celebrarla. Porque lo que están haciendo es evocar ese documento vivo que es la Constitución para hacer lugar a la posibilidad de una nación estadounidense fiel a sus principios jurídicos.

JELANI COBB: ¿Puedo intervenir, agregar algo a lo que ha dicho, Reverendo Sekou? Una de las cosas más inspiradoras que vi en este proceso, personalmente, es esto comenzó aquí en una comunidad que, según decían, no estaba fuertemente organizada. Y rápidamente aprendieron por sí mismos a organizarse. Y salieron a la calle en medio del terrible, despiadado e incesante calor de agosto, y protestaron, y marcharon y protestaron, y en esa primera semana de protestas cayó un temporal. Se veían truenos y relámpagos en el cielo, y la gente seguía marchando y protestando, diciendo “la vida de la gente negra es importante”, diciendo “manos arriba, no disparen”. El clima fue cambiando. El invierno llegó anticipadamente. Y a pesar de todos los obstáculos, a pesar de las calumnias que se dijeron desde el oficialismo y desde otros sectores poco solidarios con esta causa, la gente siguió saliendo a la calle, noche tras noche, tras noche, negándose a permitir que la muerte de Michael Brown fuera en vano. Creo que eso es lo que debemos rescatar de todo esto. La historia todavía no ha terminado. Las llamas son el prólogo; no el epílogo. Esta historia no ha terminado. Creo que, a la larga, la gente va a encontrar la forma de hacer justicia. Y que aquí la gente tiene el compromiso de hacer lo que sea necesario, tanto tiempo como sea necesario, para lograrlo.

AMY GOODMAN: ¿Y cuál es el plan para esta noche, en cuanto a las manifestaciones y otras cosas que sepan que se están organizando?

OSAGYEFO SEKOU: Bueno, se están llevando acabo algunas acciones en este mismo momento, en todo Clayton, dando cuenta de la injusticia que han sufrido estos jóvenes, que ha sufrido esta ciudad, esta comunidad. Hoy al mediodía se llevará a cabo una acción, la gente se congregará en Kiener Plaza y luego se realizará la acción; y seguirá habiendo acciones todos los días, a cada hora, durante más de 100 días. La gente está saliendo a la calle, poniendo el cuerpo, arriesgándose a ser arrestada, exponiéndose al gas lacrimógeno y al gas pimienta, como forma de mantener vivo lo mejor de la tradición democrática.

AMY GOODMAN: Jelani Cobb, nos quedan diez segundos, ¿un último comentario?

JELANI COBB: Lo único que puedo agregar es esto: Ferguson es Estados Unidos. Que lo que ha pasado aquí no es atípico. Se trata de un problema nacional del que todos tenemos que ser conscientes, o vamos a tener más casos como el de Ferguson en el futuro.

AMY GOODMAN: Hay helicópteros sobrevolando las calles en este mismo momento. Nos encontramos frente a lo que se conoce como el Centro de Justicia, donde el gran jurado decidió no presentar una acusación formal. Así es, se negaron a imputar al oficial Darren Wilson por el asesinato de Mike Brown, un joven afroestadounidense de 18 años de edad, muerto el 9 de agosto de 2014. Aquí termina nuestra transmición desde Ferguson y Clayton. Quiero agradecer a nuestros invitados, Osagyefo Sekou, pastor de la Primera Iglesia Bautista de la localidad de Jamaica Plain, Jelani Cobb y Vince Warren. Y un agradecimiento especial a nuestro equipo.

Traducido por Victoria Rodríguez. Editado por Verónica Gelman y Democracy Now! en Español..

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