La hermana de quien mató a los policías afirma que su hermano padecía una enfermedad mental y debería haber recibido ayuda. Brinsley murió de un disparo autoinfligido tras matar a los oficiales. Más temprano ese día había herido a su novia de un disparo. Su hermana Jalaa’i Brinsley habló con los periodistas.
Jalaa’i Brinsley expresó: “Era un joven con problemas emocionales y era suicida. Evidentemente hay algo mal, debería haber recibido ayuda del sistema y eso no sucedió”.