Este fin de semana se realizaron protestas a lo largo de México, con motivo de los tres meses de la desaparición de 43 estudiantes en el estado de Guerrero. Según las autoridades, los estudiantes fueron capturados por la policía local y luego entregados a una banda local de narcotraficantes, quienes los ejecutaron y quemaron sus restos. Entre los miles que marchaban en la Ciudad de México este fin de semana se encontraba Adán Cortés, un activista que interrumpió este mes la ceremonia del Premio Nobel de la Paz para llamar la atención sobre el caso de los estudiantes. Cortés le dijo a Democracy Now! que las desapariciones tuvieron un gran impacto en las familias de los desaparecidos.
Cortés expresó: “Me siento impotente, me encantaría devolverles a sus hijos si están secuestrados, y si están muertos al menos devolverles sus cuerpos para que puedan rezar por ellos. Tengo una sensación de impotencia y también de empatía por su furia, imagínense lo que se sienten al no tener noticias de sus hijos en tres meses. No estamos hablando de una semana o un mes, pasaron tres meses y no saben nada de sus hijos. Furia y solidaridad es todo lo que puedo sentir en este momento”.