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A pesar de que Arabia Saudita financia y suministra armas a los rebeldes en Siria, Irak y otros lugares, el presidente Obama tiene previsto visitar dicho reino esta semana, para reunirse con el rey Abdullah. Es el único país de la región de Medio Oriente y el Golfo Pérsico que están en el itinerario de Obama. Muchos analistas afirman que el conflicto en Siria se ha convertido en una guerra entre Arabia Saudita e Irán. Los vínculos de Arabia Saudita con grupos yihadistas se remontan a varias décadas atrás. Quince de los diecinueve secuestradores del 11/S eran de origen saudí. El informe de la Comisión del 11/S identificó a Arabia Saudita como la principal fuente de financiamiento a Al-Qaeda. Y en el año 2010, WikiLeaks publicó cables diplomáticos estadounidenses en los que se identificaba a Arabia Saudita como la mayor fuente de financiamiento del mundo a grupos rebeldes islamistas. Miembros del congreso de EE.UU. y organizaciones de derechos humanos le pidieron además a Obama que se ocupe del tratamiento que reciben las mujeres, las minorías religiosas y los activistas políticos en dicho reino. Nos acompaña Patrick Cockburn, corresponsal en Medio Oriente para el periódico The Independent. Cockburn es autor de la serie de cinco partes publicada recientemente, que analiza el resurgimiento de grupos yihadistas en todo Medio Oriente, “El segundo acto de Al-Qaeda. Por qué fracasó ‘la guerra contra el terrorismo’”.
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