Los aviones de combate dirigidos por Estados Unidos están bombardeando instalaciones productoras de petróleo en el este de Siria por segundo día consecutivo, en un intento de cortar los ingresos indispensables de los combatientes del Estado Islámico (ISIS). Según el Comando Central de Estados Unidos, las refinerías producen aproximadamente dos millones de dólares por día. El jueves, el Pentágono rechazó las versiones de que 24 civiles hubieran muerto por los ataques liderados por Estados Unidos en Siria, sosteniendo que no hay informes “creíbles” de dichas muertes. Los aviones estadounidenses también continúan bombardeando Irak, con al menos once ataques el jueves. El contralmirante John Kirby, portavoz del Pentágono, reconoció que el Estado Islámico sigue siendo fuerte.
Kirby aseveró: “Incluso después de los numerosos ataques contra ella, esta organización sigue teniendo financiación a su alcance, todavía tiene muchos voluntarios, muchas armas y vehículos y capacidad de traslado. Aún controla una amplia franja dentro de Irak, no hay duda al respecto. Como dije el otro día y no quería repetir, esto es solo el principio”.
El Parlamento británico votará hoy si se unirán a los ataques aéreos liderados por Estados Unidos en Irak.