En noticias de Latinoamérica, la Presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner anunció sus planes de disolver la Secretaría de Inteligencia de la Nación, entre sospechas de que funcionarios fraudulentos estuvieron involucrados en la misteriosa muerte del fiscal estatal que investigaba el atentado de 1994 a un centro comunitario judío, en el cual murieron 85 personas. El fiscal, Alberto Nisman, había acusado a la Presidenta Fernández de colaborar con el encubrimiento del rol de Irán en el atentado. Murió el 18 de enero, solo un día antes de la fecha en que debía comparecer en el Congreso para testificar sobre sus hallazgos. La Presidenta dijo en la noche del lunes que enviaría una ley al Congreso para crear un nuevo cuerpo de seguridad más transparente.
Cristina Fernández de Kirchner manifestó: “Hemos visto en estos días, fundamentalmente, una suerte de calesita permanente entre fiscales, jueces, periodistas, medios de comunicación, servicios de inteligencia que intervienen en expedientes judiciales o que manejan fiscales, o que manejan jueces, que evidentemente ha quedado al descubierto, estos momentos, y que es necesario cortar de cuajo. Por eso, he tomado la resolución que se disuelva esta Secretaría y se cree la Agencia Federal de Inteligencia”.