Dos soldados israelíes y un español que trabajaba para la misión de paz de Naciones Unidas murieron el miércoles en un tiroteo entre Hezbollah e Israel, en lo que fue uno de los enfrentamientos más violentos entre ambas partes desde la guerra de 2006. Los soldados murieron cuando Hezbollah disparó cinco misiles contra un convoy de vehículos militares israelíes en las granjas ocupadas de Shebaa. El miembro de las fuerzas de paz de la ONU murió en el Líbano, cuando Israel respondió con ataques aéreos y fuego de artillería. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu habló en la televisión de su país tras reunirse con los líderes de seguridad.
Netanyahu declaró: “Quien sea responsable del ataque de hoy va a pagarlo muy caro. Por algún tiempo, Irán —a través de Hezbollah— ha estado tratando de establecer un frente terrorista adicional contra nosotros desde los Altos del Golán. Estamos tomando medidas enérgicas y responsables frente a este intento. El gobierno libanés y el régimen de [Bashar al-] Assad comparten la responsabilidad por las consecuencias de los ataques procedentes de sus territorios contra el Estado de Israel”.