La ex secretaria de Estado Hillary Clinton, el senador de Vermont Bernie Sanders y el ex gobernador de Maryland Martin O’Malley se enfrentaron el sábado en el tercer debate presidencial del Partido Demócrata. Los candidatos se reunieron apenas un día después de que la campaña de Sanders demandara al Comité Nacional Demócrata (DNC, por su sigla en inglés) por impedirle acceso a importantes datos de los votantes. El DNC tomó medidas después de que un miembro de la campaña de Sanders accediera indebidamente a los expedientes de los votantes de Clinton, aprovechando una falla en el sistema. La campaña de Sanders despidió al empleado responsable y el DNC ha restaurado el acceso a los expedientes. Sanders pidió disculpas a Clinton durante el debate del sábado, que se centró en gran medida en la política exterior. Clinton y Sanders discreparon con respecto al papel de las fuerzas armadas de Estados Unidos.
El senador Bernie Sanders declaró: “Estados Unidos debe liderar, pero Estados Unidos no es la policía del mundo. Estados Unidos no debe participar en guerras eternas en Oriente Medio y, al mismo tiempo, Estados Unidos no puede combatir con éxito a Assad y al ISIS. El ISIS es la principal prioridad en este momento”.
Hillary Clinton declaró: “Si Estados Unidos no lidera, no hay otro líder. Hay un vacío, y si queremos triunfar, debemos liderar”.