El Departamento de Estado cerró la embajada estadounidense en Yemen y evacuó a su personal, incluyendo el embajador, en medio de una crisis política y de seguridad en la capital Saná. Yemen ha estado en el limbo desde que los rebeldes Houthi forzaron la renuncia del gabinete de Yemen y tomaron el poder la pasada semana. En Washington, la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, se negó a dar detalles a los periodistas.
Jen Psaki manifestó: “La protección y seguridad del personal estadounidense en Yemen es nuestra principal prioridad, y estamos siempre evaluando la situación de seguridad en el terreno y tomando pasos para mitigar los riesgos. Hemos estado reduciendo el personal en Yemen en las últimas semanas, como todos ustedes ya saben, dada la volatilidad de la situación política y de seguridad. No tenemos nada más para anunciar fuera de lo que ya hemos anunciado. Seguimos enfocados en preservar los intereses, la protección y la seguridad de nuestro personal”.
Los rebeldes Houthi disolvieron el parlamento y nombraron a Mohammed Ali Al Houthi como el nuevo presidente, en lugar del destituido Abd-Rabbu Mansour Hadi. Esto sucede al tiempo que los Houthi participan en una nueva ronda de negociaciones auspiciadas por la ONU.