Nigeria ha pospuesto las elecciones presidenciales de esta semana para fines de marzo en medio de una ola de violencia del grupo combatiente Boko Haram. El director del Comité electoral nacional independiente dijo que la medida fue motivada por preocupaciones de seguridad.
Attahiru Jega manifestó: “Esta preocupación no se limita solamente al noreste de Nigeria en donde hay levantamientos, el riesgo de enviar hombres y mujeres jóvenes e invocar a la gente a ejercer sus derechos democráticos en una situación en donde su seguridad no puede ser garantizada es nuestra mayor responsabilidad. Bajo tales circunstancias, creemos que muy pocos organismos electorales alrededor del mundo, o ninguno, considerarían proceder con las elecciones tal como estaban planeadas”.
El presidente Goodluck Jonathan enfrenta una reñida competencia contra el ex gobernador militar Muhammadu Buhari, del All Progressives Congress. El retraso podría avivar los disturbios en los bastiones de la oposición. En la capital Abuja, decenas de manifestantes protestaron por la postergación.
Aisha Yusufu expresó: “Ahora mismo me siento furiosa. Soy una nigeriana muy furiosa. No solo estoy furiosa con el gobierno, también con los ciudadanos que se quedan sentados, aceptando que les hagan esto sin hacer nada al respecto. Furiosa con la impunidad de los ciudadanos nigerianos que se quedan sentados esperando que haya un cambio. ¿Dónde estamos? Debemos salir a las calles, debemos asegurarnos de que importamos”.