El Presidente Obama ha declarado que Venezuela es una amenaza a la seguridad nacional y sancionó a siete altos funcionarios, en medio del peor escándalo diplomático en los dos últimos años. Las sanciones se dirigen contra líderes de las fuerzas de seguridad implicados en incidentes violentos el año pasado, en los que murieron decenas de personas pertenecientes a ambos polos del conflicto político en Venezuela. La Casa Blanca dijo que las sanciones apuntan a las violaciones de los derechos humanos y a la corrupción, no al sector petrolero de Venezuela. La portavoz del Departamento de Estado Jen Psaki habló de las sanciones.
Psaki dijo: “Se trata de poner en práctica el trabajo que hemos estado realizando durante meses, que consiste en reprimir a quienes violan los derechos humanos, a quienes cometen violaciones y a quienes reprimen a la sociedad civil. También anunciamos a las personas que serán nombradas hoy en esta primera fase”.
El presidente venezolano Nicolás Maduro denunció las sanciones como otro intento de derrocar a su gobierno. Maduro ordenó que Estados Unidos reduzca el personal de su embajada y prohibió el ingreso a Venezuela del ex presidente George W. Bush, del vicepresidente Dick Cheney y de varios miembros del Congreso, entre ellos el senador de Nueva Jersey Bob Menéndez, quien afronta acusaciones de corrupción. Según información, Menéndez presionó a funcionarios federales de Medicare en nombre del médico adinerado Salomon Melgen, que le entregó obsequios y vacaciones de lujo.