Manifestantes en Ferguson, Missouri, realizaron una vigilia el jueves después de que dos policías fueran baleados por un desconocido. Ambos oficiales fueron dados de alta del hospital. Las balas fueron disparadas durante una manifestación frente al Departamento de Policía de Ferguson, pero la policía afirma que el tirador se encontraba a unos 110 metros de distancia. El fiscal general Eric Holder condenó el incidente, que ocurrió inmediatamente después de que una investigación del Departamento de Justicia concluyera que existe sesgo racial sistemático en la policía de Ferguson.
Holder declaró: “Lo sucedido anoche fue una emboscada. No fue alguien intentando ayudar a Ferguson a cerrar sus heridas, sino un maleante que estaba tratando de sembrar discordia en una zona que está intentando unir a una comunidad fragmentada desde hace mucho tiempo. Este ataque cobarde y repugnante puede haber tenido la intención de socavar cualquier tipo de avance, pero espero que eso no suceda”.