Un devastador ciclón azotó la isla de Vanuatu, en el Pacífico Sur, dejando a la mitad de la población sin hogar y un número desconocido de muertos. La tormenta de categoría 5, conocida como ciclón Pam, destruyó edificios y arrasó calles y puentes. El presidente de Vanuatu, Baldwin Lonsdale, habló durante una visita a Japón poco tiempo después de que azotara la tormenta y apeló a la ayuda internacional.
El presidente Lonsdale declaró: “En nombre del gobierno y de la población de Vanuatu, solicito a la comunidad internacional que nos dé una mano en la respuesta a las calamidades que nos han ocurrido. Compañeros jefes de Estado, gobiernos y socios en el desarrollo: todos hemos vivido alguna forma de desastre en algún momento. Hoy, solicitamos su ayuda”.
Lonsdale afirma que el cambio climático “está contribuyendo al desastre” y que el calentamiento global está provocando un aumento del clima extremo y ciclones más potentes.