En Cisjordania, habitantes palestinos y personas que apoyan su causa a nivel internacional han lanzado una protesta de 24 horas para proteger la localidad de Susia de la demolición a cargo de topadoras israelíes. El martes, ministros de asuntos exteriores europeos instaron a Israel a que detuviera la demolición. La semana pasada, el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, también expresó preocupación al declarar que la demolición sería “perjudicial y provocadora”. El enfrentamiento es el más reciente en la lucha de los habitantes de Susia, que lleva varias décadas, ya que han sufrido el desplazamiento forzado desde la década de 1980. En mayo, un tribunal israelí rechazó el pedido de los habitantes de emitir una orden judicial para detener la demolición, lo que despejó el camino para la llegada de las topadoras, que se prevé sucederá en cualquier momento. Los habitantes han prometido resistir.
Una habitante de Susia, Zuhreyeh Nawaja, declaró: “Nos mantendremos firmes, resistiremos hasta la muerte. Es imposible que nos obliguen a irnos, aunque lo tiren abajo mil veces, resistiremos. Tenemos aceitunas, uvas, almendras, duraznos, higos y todo lo necesario para alimentarnos. No producimos, somos propietarios de estas tierras. ¿Cuántas veces nos van a obligar a ser refugiados? ¿Cuántas veces? Nos expulsan de Jareteen, nos expulsan de Susia (este asentamiento), ¿y ahora también nos quieren desarraigar? ¿Para enviarnos a dónde?”.
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