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El lunes, el presidente Obama llegó a Alaska, para realizar una visita de tres días. Con esto Obama se convierte en el primer presidente estadounidense en funciones que visita el Ártico de Alaska. Obama destacó los peligros que plantea el cambio climático en la región. “Las temperaturas del Ártico están subiendo dos vece más rápido que el promedio global”, dijo Obama. “En los últimos sesenta años, la temperatura de Alaska aumentó casi dos veces más rápido que el resto de Estados Unidos”. Mientras el Ártico se calienta, la importancia geopolítica de la región aumenta ya que se puede acceder a nueva áreas, lo que estimula el tráfico marítimo y la búsqueda de petróleo. Los recursos que se encuentran debajo de la capa de hielo del Ártico equivalen a $17 billones de dólares, monto equivalente aproximadamente al total de la economía estadounidense. De acuerdo al periodista de investigación James Bamford, la región se convirtió en “la encrucijada del espionaje técnico”, ya que Estados Unidos, Rusia, Canadá, Noruega y Dinamarca luchan por el control de esos recursos. Bamford nos acompaña, para hablar de su artículo, “Frozen Assets: The Newest Front in Global Espionage is One of the Least Habitable Locales on Earth—the Arctic” (Bienes congelados: el frente más nuevo del espionaje global es uno de los lugares menos habitados del planeta, el Ártico), recientemente publicado.
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