Funcionarios de Cleveland, Ohio, han acordado pagar seis millones de dólares para resolver una demanda presentada por la familia de Tamir Rice, el niño afroestadounidense de doce años de edad al que la policía le disparó de muerte en 2014, mientras jugaba con una pistola de perdigones de juguete en un parque de Cleveland. Una persona llamó al 911 y dijo que lo había visto con un arma, pero señaló que era “probablemente falsa”, y esta información no fue transmitida a los oficiales que acudieron al lugar. El oficial Timothy Loehmann le disparó Tamir dos segundos después de llegar a la escena. Ni Loehmann ni su compañero, Frank Garmback, le brindaron primeros auxilios. Cuando la hermana de Tamir, de catorce años de edad, corrió junto a su hermano, la arrojaron al suelo, la esposaron y la metieron en el coche patrulla. Tamir murió al día siguiente. El año pasado, un gran jurado no presentó cargos contra ninguno de los policías. El alcalde de Cleveland Frank Jackson anunció el pago a la familia, que probablemente sea el más alto de la ciudad en un caso relacionado con la policía.
Jackson expresó: “Si bien hemos resuelto la parte legal de esto y la parte de procedimiento de la corte por seis millones de dólares, no se puede poner precio sobre la vida o la pérdida de un niño de doce años”.
Luego de anunciado el acuerdo, el jefe del sindicato de la policía, Stephen Loomis, desató la polémica al sugerir que la familia de Rice use parte del dinero para “ayudar a educar a los jóvenes de Cleveland en los peligros asociados con el mal manejo de armas de fuego, tanto reales como falsas”. Visite democracynow.org/es para ver nuestra entrevista con un abogado de la familia de Tamir Rice y un organizador del movimiento Black Lives Matter (“Las vidas afroestadounidenses importan”, en español).
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