Importantes figuras republicanas han tratado de distanciarse de las declaraciones de Trump respecto de los musulmanes. El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, se negó a responder preguntas sobre Trump en su conferencia de prensa semanal, pero dijo a The Huffington Post que la prohibición de Trump es una “mala idea” y que hay “una gran cantidad de musulmanes estadounidenses que son patriotas y leales”. El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, también criticó las declaraciones de Trump.
Paul Ryan declaró: “No creo que la prohibición impuesta a los musulmanes sea de interés para nuestro país. No creo que refleje nuestros principios, no solo como partido sino como país. Y creo que la forma más inteligente de proceder en todos los aspectos es hacer una prueba de seguridad y no de religiosidad”.