La violencia se produjo al tiempo que el periódico The New York Times informaba que la CIA, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, estaba enviando equipos de oficiales paramilitares a Afganistán para ayudar a las fuerzas afganas a perseguir y matar a los combatientes talibanes. La medida señala una expansión del papel de la CIA en Afganistán, donde los agentes anteriormente se enfocaban en derrotar a Al Qaeda y ayudar al servicio de inteligencia afgano. El jueves pasado, en una conferencia en Washington DC, el director de la CIA, Mike Pompeo, declaró que bajo la presidencia de Donald Trump su agencia se volvería “mucho más despiadada”.
Mike Pompeo enunció: “Ahora hemos establecido una estrategia sobre cómo vamos a ejecutar nuestra misión con increíble vigor. Nos convertiremos en una agencia mucho más despiadada para garantizar nuestro cumplimiento del trabajo. Vamos a ir a los lugares más duros, con algunas de las personas más duras de nuestra organización, para aplastarlos. Y cuando lo hagamos, el presidente nos ha prometido apoyo y recursos”.
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