La Organización de las Naciones Unidas advierte sobre una “emergencia humanitaria en desarrollo” en un centro de detención de refugiados australiano en la isla Manus, Papúa Nueva Guinea. El gobierno australiano cerró oficialmente el centro de detención el martes, y le cortó el suministro de agua y electricidad. Sin embargo, cientos de solicitantes de asilo continúan en el centro, donde escasean los alimentos, el agua y los medicamentos. Los solicitantes de asilo se niegan a irse y afirman que temen por sus vidas si continúan los planes del gobierno para trasladarlos a una ciudad cercana, donde han sido atacados por hombres armados con cuchillos y destornilladores.
Temas: