El Tribunal Supremo de Venezuela afirma que retirará el poder legislativo del Congreso. El miércoles por la noche dictaminó que los legisladores de la oposición están en desacato con el tribunal por juramentar a tres legisladores inhabilitados por cargos de fraude electoral. El fallo consolidó el control del presidente Nicolás Maduro sobre el poder legislativo y generó indignación entre los legisladores de la oposición. En Caracas, el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, rompió una copia de la orden del Tribunal Supremo y la calificó de “basura”.
Julio Borges enunció: “Es un golpe por donde se lo mire. Es una dictadura y todo el mundo necesita ayudar a Venezuela ahora mismo. Hagan sonar la alarma en todas las democracias del mundo”.
Los partidos de oposición planean organizar manifestaciones masivas en las calles de todo el país este fin de semana para protestar por el fallo del tribunal. El secretario general de la Organización de Estados Americanos calificó el fallo de “autogolpe de Estado”. La decisión se produce cuando Venezuela enfrenta una alta inflación y una profunda recesión, lo que ha conducido a la escasez de alimentos, medicamentos y otros productos necesarios.
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