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El plan del estado de Arkansas de realizar una serie de ejecuciones inédita por sus plazos y su cantidad ha quedado en una situación caótica, luego de que dos jueces frenaran temporariamente la medida. Cientos de opositores a la pena de muerte marcharon al Capitolio estatal en Little Rock el viernes, en apoyo a la decisión del juez Wendell Griffen de emitir una medida cautelar para detener temporalmente las ejecuciones, ante sospechas de manejo fraudulento por parte del estado para la adquisición del bromuro de vecuronio, una de las drogas que se utilizan en las ejecuciones. Al día siguiente, un dictamen de la jueza federal Kristine Baker volvió a detener temporalmente las ejecuciones planificadas por el estado, por cuestionamientos a otra de las drogas utilizadas para ejecutar la pena de muerte, el sedante midazolam. El gobierno del estado de Arkansas está apelando estos fallos judiciales, de tener éxito, las ejecuciones comenzarían a realizarse en el día de hoy.
Para conocer más sobre el tema, vea (en inglés) el informe de Democracy Now! aquí.
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