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Mientras las protestas brotan en la cumbre de la ONU sobre el cambio climático en Katowice, Polonia, conversamos con Liam Geary Baulch, miembro de un nuevo movimiento llamado Extinction Rebellion. Este movimiento se creó hace seis meses en el Reino Unido y ya se expandió a 35 países. Los miembros toman medidas extremas para combatir la crisis climática, entre ellas adherirse con pegamento fuerte a edificios públicos, interrumpir el tránsito en London Bridge y salir a la calle para hacer sonar la alarma acerca de la inminente catástrofe del calentamiento global. Exigen a los gobiernos que se comprometan a tomar medidas vinculantes legalmente destinadas a recortar el consumo y reducir las emisiones netas de carbono equivalentes a cero para el año 2025.
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