El candidato del presidente Trump para encabezar el Departamento de Asuntos de los Veteranos se retiró de la candidatura en el marco de crecientes escándalos. El miércoles surgió nueva información sobre los comportamientos del médico de la Casa Blanca, el contraalmirante Ronny Jackson, entre los que se cuentan: acusaciones de que destrozó un vehículo del gobierno al conducir bajo los efectos del alcohol y de que creó “un ambiente de trabajo hostil” para sus colegas. Jackson también habría presuntamente entregado de forma habitual al personal del Ala Oeste medicamentos que necesitan prescripción médica, incluyendo el opioide Percocet, el somnífero Ambien y el estimulante Modafinil, que fueron otorgados a altos funcionarios de la Casa Blanca durante viajes internacionales.
También se informa que una vez Jackson, estando ebrio, golpeó la puerta de la habitación de hotel de una empleada durante un viaje de trabajo en el extranjero en 2015, hasta que intervino el Servicio Secreto. El presidente Trump y sus colaboradores destinaron gran parte del miércoles a defender públicamente a Jackson contra las acusaciones. Legisladores de ambos partidos indicaron preocupación por el hecho de que Jackson no tuviera experiencia para dirigir la burocracia gubernamental que implica el Departamento de Asuntos de los Veteranos, la segunda agencia más grande del gobierno estadounidense. El presidente Trump despidió al anterior director del Departamento de Asuntos de los Veteranos, David Shulkin, quien más tarde afirmó que la decisión había sido tomada por su oposición a los planes de Trump de privatizar el Departamento.