Cientos de manifestantes se congregaron el martes en ciudades de todo Estados Unidos, entre ellas San Francisco, Nueva York, Filadelfia, El Paso, Texas, Washington DC y Portland, Oregon, para denunciar la práctica de separar a los menores migrantes de sus padres. Profesionales de la salud mental continúan denunciando el carácter perjudicial de esta práctica. Las siguientes son palabras de Kathryn Hampton, integrante de Médicos por los Derechos Humanos.
Kathryn Hampton expresó: “El impacto negativo sobre el funcionamiento de los menores puede incluso extenderse hasta la adultez. Puede tener impacto en sus logros académicos, puede tener un impacto a largo plazo en su capacidad de desarrollar un apego normal con sus familiares y seres queridos. La calidad de vida en términos psicológicos resulta devastada”.