El principal tribunal del Reino Unido dictaminó el jueves que la prohibición casi total de los abortos que rige en Irlanda del Norte es incompatible con la Convención Europea sobre los Derechos Humanos. La resolución, tomada por la Corte Suprema del Reino Unido, no requerirá que se modifiquen las leyes de Irlanda del Norte, pero según los activistas que defienden el derecho a decidir abortar, es un paso más para obligar al Gobierno de la conservadora primera ministra Theresa May a intervenir. Las siguientes son las palabras de Grainne Teggart, activista de Amnistía Internacional de Irlanda del Norte.
Grainne Teggart expresó: “Ahora Theresa May debe demostrar que, al igual que nosotras, ella confía en todas las mujeres del Reino Unido, y que le pondrá fin a la desigualdad que enfrentan las mujeres de Irlanda del Norte. No deberían tener que viajar a otras partes del Reino Unido para acceder a esta atención médica. Así que continuaremos presionando al Gobierno para que modifique la ley de modo que se permitan los abortos libres, seguros y legales en Irlanda del Norte”.